Pequeña Empresa: 17,74% Mediana Empresa: 30,65% Gran Empresa: 51,61% Tamaño y urgencia: claves del impacto académico sostenible La ordenación de instituciones académicas según su tamaño evidencia una clara predominancia de las organizaciones catalogadas como grandes, que constituyen el 51.61% del total. Estas entidades, debido a su mayor capacidad financiera, recursos humanos especializados y alcance global, lideran proyectos que suelen tener un impacto significativo tanto a nivel local como internacional. Su infraestructura consolidada y experiencia les permiten implementar iniciativas a gran escala que abordan desafíos complejos, como la innovación tecnológica, la sostenibilidad ambiental y la inclusión social. Por otro lado, las instituciones medianas representan el 30.65% del total, destacándose como un grupo relevante en la generación de proyectos sostenibles. Estas academias equilibran flexibilidad y capacidad operativa, lo que les permite adaptarse a contextos cambiantes y desarrollar programas específicos que respondan a las necesidades de sus comunidades. Las instituciones medianas suelen sobresalir en áreas como la formación especializada, la investigación aplicada y la transferencia de conocimiento hacia sectores productivos Finalmente, las entidades pequeñas conforman el 17.74% de la muestra. Aunque su porcentaje es menor en comparación con los otros dos grupos, su papel es fundamental en el contexto de iniciativas sostenibles. Estas organizaciones, a menudo más cercanas a las comunidades locales, tienen la capacidad de responder con rapidez a problemáticas específicas y de implementar proyectos piloto que pueden escalarse en el futuro. Su conexión directa con los entornos locales les otorga un conocimiento profundo de las necesidades inmediatas, lo que las posiciona como agentes de cambio en sus áreas de influencia. Las instituciones pequeñas son particularmente efectivas en la promoción de prácticas educativas innovadoras y en la colaboración con actores locales para abordar desafíos concretos. En conjunto, la preponderancia de las instituciones grandes refleja un sistema académico donde el liderazgo y los recursos marcan una diferencia significativa en la capacidad de influir en los ODS. Sin embargo, las instituciones medianas y pequeñas aportan flexibilidad, especialización y proximidad comunitaria, complementando así el ecosistema educativo y fortaleciendo el impacto de las iniciativas sostenibles en todos los niveles. La clasificación de las buenas prácticas de las instituciones educativas según la urgencia del problema que abordan revela una tendencia significativa hacia enfoques preventivos. Las i niciativas con carácter preventivo constituyen el 48.39% del total, destacando como la estrategia predominante. Estas acciones están diseñadas para anticiparse a los problemas y evitar su aparición futura, abordando áreas como la sostenibilidad ambiental, la educación inclusiva y la innovación tecnológica. Las instituciones académicas que adoptan esta estrategia muestran un compromiso con la planificación a largo plazo, favoreciendo soluciones proactivas que mitigan riesgos antes de que se materialicen. En segundo lugar, las iniciativas correctivas representan el 32.26% del total. Estas acciones se enfocan en resolver problemas existentes, como la desigualdad en el acceso a la educación, el impacto del cambio climático o la pobreza energética. Este enfoque resalta la capacidad de las academias para responder a necesidades concretas, aplicando recursos y conocimiento para solucionar desafíos estructurales o sistémicos que afectan a sus comunidades y entornos. Por último, las iniciativas emergenciales, que constituyen el 19.35% , están dirigidas a problemas que requieren respuestas inmediatas. Estas iniciativas incluyen acciones para abordar crisis específicas, como la atención en situaciones de desastre o la implementación rápida de soluciones ante cambios imprevistos. Aunque su proporción es menor, su impacto es crucial en contextos donde la urgencia determina la prioridad. La supremacía de iniciativas preventivas refleja la naturaleza de las instituciones académicas como generadoras de conocimiento y espacios de innovación. Este enfoque permite que los proyectos estén alineados con objetivos a largo plazo, como los definidos en la Agenda 2030 y los ODS. Asimismo, las iniciativas correctivas, aunque menos frecuentes, son indicativas del compromiso de las academias con la mejora continua y la resolución de problemas que afectan directamente a las comunidades en las que operan. El menor porcentaje de iniciativas emergenciales puede atribuirse a la planificación estratégica propia del sector académico , que generalmente se centra en proyectos con horizontes temporales más amplios. Sin embargo, cuando las circunstancias lo exigen, estas instituciones demuestran su capacidad para reaccionar de manera ágil y efectiva. REPORTAJE MUNDO ACADÉMICO