GRAN EMPRESA REPORTAJE Estas múltiples iniciativas ponen de manifiesto un progreso significativo hacia modelos más responsables, estructurados en tres pilares esenciales: medioambiente, social y gobernan- za (ASG). Cada uno de estos pilares destaca prácticas clave que están generando impactos positivos tangibles, reforzan- do el compromiso de los actores involucrados con un desa- rrollo sostenible e inclusivo. Este reportaje analiza las buenas prácticas impulsadas por las grandes empresas, actores fundamentales y motores en la transición hacia un desarrollo más sostenible. Gracias a su capacidad de influencia y recursos, estas compañías pueden implementar estrategias con un impacto considerable, lide- rando transformaciones en sectores estratégicos de la eco- nomía. Además de abordar los desafíos sociales y ambienta- les actuales, promueven la transparencia y el buen gobierno, estableciendo un referente para otras industrias. En este sentido, en el ámbito ambiental, el 40,77% de las ini- ciativas analizadas evidencian avances hacia la sostenibili- dad, enfocándose en la mitigación del cambio climático y la preservación de los recursos naturales. Por otro lado, el eje social, que comprende el 29,70% del total de buenas prác- ticas de grandes empresas analizadas, impulsa la inclusión y la equidad, mejorando la calidad de vida de las comunidades más vulnerables. Por último, el área de gobernanza, con un 29,53%, subraya la importancia de la ética, la transparencia y la responsabilidad en la toma de decisiones, factores esen- ciales para reforzar la confianza en las instituciones y las rela- ciones empresariales. La ruta hacia la sostenibilidad: alineación con los ODS y alcance temporal de los proyectos El estudio de las buenas prácticas llevadas a cabo por las grandes empresas refleja una alineación estratégica con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), demostrando el compromiso del sector privado con las metas globales de Sostenibilidad. Las iniciativas analizadas se concentran principalmente en el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), que representa el 12,36% del total. Este resultado evidencia el esfuerzo por promover condiciones laborales dignas y fomentar un crecimiento económico inclusivo y sostenido. En segundo lugar, el ODS 12 (Producción y consumo responsables), con un 10,70%, destaca la apuesta de las grandes corporaciones por fomentar patrones de producción y consumo sostenibles, minimizando el impacto ambiental y promoviendo prácticas responsables en la cadena de valor. El ODS 6 (Agua limpia y saneamiento) , que ocupa la tercera posición con un 10,52%, subraya la importancia otorgada por las organizaciones a garantizar el acceso equitativo al agua potable y su gestión sostenible. Por su parte, el ODS 13 (Acción por el clima), con un 8,86% del total de buenas prácticas de grandes empresas, refleja un enfoque significativo en la mitigación del cambio climático mediante la implementación de tecnologías limpias, reducción de emisiones y acciones de conservación ambiental. Otros ODS destacados incluyen el ODS 4 (Educación de calidad) (6,83%), que enfatiza la relevancia de promover una educación inclusiva y de calidad, y el ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres) (6,27%), que muestra el compromiso de las empresas con la conservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de los ecosistemas. Finalmente, el ODS 7 (Energía asequible y no contaminante), con un 6,09%, evidencia el interés del sector por desarrollar soluciones energéticas sostenibles y accesibles. La investigación realizada respecto al alcance temporal de los proyectos revela que las empresas priorizan objetivos a medio plazo, con un 44,65% , de las iniciativas planificadas para ser implementadas en un período de 1 a 5 años. Esto refleja un enfoque estratégico alineado con las metas de los ODS, permitiendo un tiempo adecuado para consolidar el impacto. Por otra parte, los proyectos a corto plazo representan un 40,22% , destacando acciones inmediatas que responden a necesidades urgentes; mientras que las iniciativas a largo plazo constituyen un 15,13%, evidenciando proyectos estratégicos que buscan un cambio estructural profundo. Tamaño de las empresas y la urgencia de actuar La comparación de las empresas según su tamaño revela una distribución equilibrada en las iniciativas sostenibles, re- flejando la creciente importancia de la sostenibilidad en or- ganizaciones de todas las escalas. Un 34,69% de las inicia- tivas proviene de empresas entre 250 y 500 empleados, mientras que las entidades de 500 a 1.000 empleados li- deran con el 38,56%. Por otro lado, las grandes empresas con más de 1.000 trabajadores representan el 26,75% de los proyectos. Esta distribución evidencia cómo las prácti- cas sostenibles han dejado de ser exclusivas de las grandes corporaciones y se han democratizado en organizaciones de menor tamaño, impulsadas por tecnologías más accesibles, incentivos públicos y el aumento de las expectativas sociales. En cuanto a la urgencia de los proyectos, el 48,89% de las iniciativas se catalogan como preventivas, lo que denota un enfoque proactivo en la sostenibilidad. Estas estrategias no solo buscan evitar problemas futuros, sino también redu- cir riesgos operativos y reputacionales, optimizar recursos y alinear a las empresas con estándares regulatorios. Por ejem- plo, la inversión en energías renovables, la gestión hídrica efi- ciente y la economía circular son medidas que ahorran costos a largo plazo y fortalecen la resiliencia empresarial. Además, un compromiso visible con este tipo de proyectos mejora la imagen corporativa y atrae tanto a consumidores conscien- tes como a inversores interesados en la sostenibilidad. Los proyectos correctivos, que constituyen el 32,29%, se centran en abordar problemas ya existentes, como el cumpli- miento normativo en emisiones o la optimización de procesos ineficientes. Finalmente, las iniciativas de emergencia, que representan el 18,82%, se diseñan para responder a situa- ciones críticas o inmediatas, como desastres naturales como la DANA acontecida en Valencia o crisis operativas. Este en- foque reactivo es más común en empresas pequeñas, que tienen menos margen para planificar a largo plazo. La relativa igualdad en la distribución por tamaños empresa- riales destaca cómo la sostenibilidad se ha integrado en dis- tintos niveles organizativos. Las empresas medianas lideran ligeramente debido a su posición estratégica: están en eta- pas de expansión y buscan competir con las grandes incor- porando prácticas responsables en su modelo de negocio. Por su parte, las empresas pequeñas aprovechan incentivos fiscales y herramientas accesibles para implementar proyec- tos sostenibles con impacto tangible. Las grandes empresas, aunque representan una menor proporción, sobresalen en proyectos preventivos y correctivos gracias a sus recursos, departamentos especializados y capacidad para planificar estrategias a largo plazo. La relación entre urgencia y tamaño empresarial resalta estas diferencias estratégicas. Las grandes corporaciones lideran en iniciativas preventivas debido a su capacidad de inver- sión y planificación estructurada. Las empresas medianas, en cambio, priorizan proyectos correctivos para consolidar su crecimiento y resolver desafíos específicos. Por último, las grandes empresas con menos empleados, al tener me- nos capacidad de anticipación, se destacan en proyectos de emergencia, respondiendo de forma rápida y efectiva a pro- blemas inmediatos. Liderazgo sectorial y niveles de innovación en las iniciativas empresariales El análisis de las empresas por sector revela que el sector energía lidera con un 21,40% , seguido por finanzas con un 19,37% y TIC con un 15,87%. Estos sectores predominan- tes reflejan tendencias globales directamente vinculadas al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El sector energético desempeña un papel crucial en la transi- ción hacia modelos sostenibles, destacándose en iniciativas como el desarrollo de energías renovables, la eficiencia ener- gética y la reducción de emisiones de carbono. Por su parte, el sector financiero actúa como un motor facilitador de la soste- nibilidad, promoviendo instrumentos como el financiamiento verde, los bonos sostenibles y la generación de economías inclusivas. Mientras tanto, el sector tecnológico se posiciona como un catalizador clave, proporcionando soluciones inno- vadoras que abordan desafíos relacionados con la digitaliza- ción, la eficiencia operativa y la mitigación del cambio climá- tico. La relevancia de estos sectores está íntimamente ligada a las prioridades económicas y regulatorias de la agenda global. La transición energética y la acción climática se han convertido en objetivos centrales en la lucha contra el cambio climático, lo que ha incrementado la inversión en proyectos relacionados con el sector energético. El sector financiero, profundamente influenciado por el crecimiento del mercado de inversiones sostenibles, desempeña un papel estratégi- co en la financiación de proyectos de impacto. Por otro lado, el avance tecnológico responde a la demanda de soluciones disruptivas y escalables que puedan implementarse rápida- mente en plazos cortos y medianos. Sectores como la agri- cultura (13,47%) y la salud (9,04%) también tienen un impac- to relevante, aunque menor, ya que sus iniciativas están más orientadas hacia problemas específicos como la seguridad alimentaria y el acceso equitativo a servicios esenciales. Clasificación de buenas prácticas de LA GRAN EMPRESA según criterios ASG Análisis de buenas prácticas por ODS Distribución de iniciativas empresariales según su urgencia Sectores referentes de las buenas prácticas en sostenibilidad 40,77% 29,70% 29,53% 12,36% 10,7% 10,52% 8,86% 6,27% 6,09% 38,63% Preventiva 48,89% De Emergencia 18,82% Correctiva 32,29% Energía 21,40% Salud 9,4% Otros secto- res 20,85% Tic 15,81% Aricultura 13,47% Finanzas 19,37% El 20º Anuario Corresponsables celebra una edición especial por su número, consolidándose como un referente en Sostenibilidad y Responsabilidad Social. En esta ocasión, hemos logrado recopilar en este ejemplar más de 1.000 buenas prácticas impulsadas por todo tipo de grupos de interés, incluidas empresas, administraciones y organizaciones de diversa índole, que reflejan el compromiso colectivo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a lo largo de 2024.