29,4% 24,5% 16,3% 13% 8,1% 5,2% 3,2% Alineación con los ODS y sostenibilidad en el tiempo de los proyectos En este reportaje también analizamos la alineación de las empresas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), su sostenibilidad en el tiempo y los modelos de negocio que emplean, factores que se interrelacionan para ofrecer una visión integral de cómo las iniciativas empresariales abordan los desafíos globales y locales. Estos tres aspectos, aunque tratados de forma separada, se complementan y revelan patrones significativos sobre el compromiso de las empresas con la sostenibilidad y su enfoque estratégico. La sostenibilidad de los proyectos empresariales añade una capa importante al análisis de los ODS. La mayoría de las iniciativas se sitúan en un horizonte de mediano plazo (1 a 5 años), con un 38,56%, lo que sugiere una estrategia balanceada que permite implementar cambios sostenibles sin perder de vista resultados tangibles en el corto plazo. Los proyectos de corto plazo (menos de un año), que representan el 32,68%, suelen estar más alineados con medidas inmediatas, como campañas de concienciación o ajustes operativos rápidos. Por su parte, los proyectos de largo plazo (más de 5 años), que abarcan un 28,76%, reflejan compromisos profundos con transformaciones estructurales y sostenibilidad a gran escala, que suelen vincularse con ODS como el 13 y el 7, donde los impactos requieren tiempo para materializarse. La distribución de iniciativas empresariales según los ODS refleja una priorización clara de ciertos objetivos. El ODS 12 (Producción y Consumo Responsable) lidera con un 29,41%, subrayando la relevancia de adaptar procesos y productos a un modelo sostenible que reduzca el desperdicio y fomente la eficiencia. De cerca le sigue el ODS 13 (Acción por el Clima), con un 24,51% de las buenas prácticas analizadas, evidenciando el interés en mitigar el impacto ambiental y adoptar medidas que combatan el cambio climático. Otros objetivos, como el ODS 7 (Energía Asequible y No Contaminante), con un 16,34%, y el ODS 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres), con un 13,07%, resaltan el compromiso con la transición energética y la preservación de los ecosistemas. Los ODS sociales, como el ODS 10 (Reducción de Desigualdades), el ODS 2 (Hambre Cero) y el ODS 5 (Igualdad de Género), aunque menos predominantes con porcentajes de 8,17%, 5,23% y 3,27%, respectivamente, reflejan un esfuerzo por abordar problemáticas fundamentales relacionadas con la equidad y la inclusión. El análisis de los modelos de negocio utilizados en estas iniciativas muestra una distribución equilibrada. El modelo B2B (Business- to-Business), con un 35,29%, lidera ligeramente, indicando que muchas empresas priorizan alianzas y colaboraciones con otras organizaciones para implementar soluciones sostenibles. El modelo mixto, con un 33.01%, refleja la versatilidad de combinar estrategias B2B y B2C (Business-to-Consumer) para alcanzar tanto a otras empresas como a consumidores finales. Finalmente, el modelo B2C, con un 31.70%, resalta la importancia de involucrar directamente al consumidor final en la adopción de prácticas sostenibles. Cuando se analizan de forma conjunta los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la sostenibilidad de los proyectos y los modelos de negocio, emerge un patrón claro: existe una marcada tendencia a priorizar proyectos relacionados con el medioambiente y el cambio climático en comparación con otras áreas. Este enfoque está impulsado por la creciente urgencia de abordar problemas globales como la crisis climática y la transición energética. Cuando se relacionan los ODS, el alcance temporal y los modelos de negocio, se observa un patrón interesante. Por ejemplo, los proyectos alineados con el ODS 12 suelen tener un enfoque de mediano plazo y frecuentemente emplean modelos mixtos, ya que necesitan impactar tanto en los procesos empresariales como en los hábitos del consumidor final. Por otro lado, los proyectos vinculados al ODS 13 y al ODS 7 tienden a tener un horizonte de largo plazo, ya que requieren inversiones sustanciales en tecnología e infraestructura, y suelen estar dominados por modelos B2B que permiten sinergias entre empresas. En contraste, los objetivos relacionados con el ODS 10 y el ODS 5 están más presentes en iniciativas de corto plazo, donde el impacto puede medirse rápidamente, y en modelos B2C, que buscan sensibilizar directamente a los consumidores. El sector servicios lidera todas las categorías La distribución de las empresas en las categorías ambiental, social y gobernanza refleja una interesante variabilidad en su participación dentro de los sectores económicos Primario, Secundario y Tercia- rio, destacando las tendencias y dinámicas específicas de cada área. En la categoría Ambiental, el sector terciario se posiciona como líder con un 47,71%, evidenciando la relevancia de los servicios en activi- dades relacionadas con sostenibilidad y gestión de recursos. El sec- tor Secundario sigue con un 37,61%, reflejando la participación de actividades industriales orientadas hacia la optimización de recursos y tecnologías limpias. Finalmente, el sector primario representa un 11,93%, subrayando el aporte de actividades extractivas y agrícolas vinculadas a la sostenibilidad ambiental. En la categoría social, el sector terciario domina con un porcenta- je significativo del 74,24%, destacando la importancia de servicios relacionados con la inclusión social, la educación y la mejora de las condiciones laborales. Los sectores secundario y primario tienen una menor participación, con un 15,15% y un 10,61% respectivamente, lo que resalta un enfoque prioritario en actividades terciarias dentro de este ámbito. Por otro lado, en la categoría gobernanza, el sector terciario mantiene su liderazgo con un 46.56%, aunque con menor predominancia que en las otras categorías. El sector Secundario, con un 29,77%, y el primario, con un 23,66%, muestran una distribución más equilibrada, lo que refleja una integración más diversa de activi- dades económicas en esta categoría. El sector terciario lidera en todas las categorías, destacándose es- pecialmente en el ámbito social, donde supera el 74%. Esto pone de manifiesto la importancia de los servicios especializados, como consultorías, gestión de recursos y actividades centradas en la Sos- tenibilidad, la educación y la Responsabilidad Social. Por otro lado, el sector secundario cobra especial relevancia en la categoría de go- bernanza, con un porcentaje superior al 29%. Este dato subraya el papel crucial de las actividades industriales en la implementación de buenas prácticas, la gestión empresarial y el cumplimiento normati- vo. En contraste, el sector primario muestra una participación más baja en todas las categorías, especialmente en las áreas social y ambien- tal. A pesar de ser esencial para actividades fundamentales como la agricultura y la extracción de recursos, su menor representación re- fleja una transición hacia economías más orientadas a los servicios y la industria, impulsadas por avances tecnológicos y sostenibles. Por último, la categoría de gobernanza destaca por su diversificación, con una distribución más equilibrada entre los tres sectores. Esto su- giere una integración más amplia de actividades económicas para fomentar la transparencia, las buenas prácticas y el cumplimiento normativo en las empresas. GRAN EMPRESA PYMES Y PROVEEDORES REPORTAJE