Estas molestias se producen principalmente porque, para dar cabida a toda esa cantidad extra de alimento que estamos ingi-riendo, se da una distensión excesiva en el estómago. Al efecto que tiene esta distensión hay que sumarle la irritación que pro-ducen las bebidas alcohólicas en las paredes del estómago y el reflujo (o ardor) que se crea ante la necesidad del estómago de producir más ácido para hacer la digestión, lo que provoca que termine por rebosar, desplazándose hacia el esófago. las comidas más indigestas. “Las comidas grasas, con salsas o picantes, ayudan a que se pro-duzca este aumento de ácido. Por otro lado, la ingesta de bebidas con gas también favorece la relajación del cardias –puerta de en-trada al estómago– y facilita la subida del ácido al esófago. Además, las comidas más grasas producen un retraso del vaciamiento gás-trico que origina una sensación de distensión e incomodidad con La digestión, además de ser unproceso complejo, lleva su tiempo.Aunque depende de cada persona,en general tarda entre 15 y 72 horas. alimentación Continúa En la pÁgina 37 Turrones, mazapanes y polvorones, mejor lejos de la vista Turrones, mazapanes y polvorones, mejor lejos de la vista Los dulces típicos de estas fechas son ricos en grasas, azúcares y harinas refinadas. Los polvorones o mantecados, al hacerse con manteca de cerdo, son los que más calorías tienen. Una porción oscila entre las 150-200 calorías, dependiendo de la totalidad de los ingredientes (se añaden harinas, cacao y almendras). La figurita de mazapán suele estar en las 170 calorías y los turrones, por cada trocito de 35 gramos, en las 175 calorías (a 500 kcal por cada 100 gramos). Hay pequeños trucos para no caer constantemente en la tentación, como evitar preparar la famosa bandeja y tenerlos todos cortaditos y a la vista durante todo el día. Lo mejor es, si nos apetece un trocito, acudir a cortar un pedacito y volver a guardarlo. Sigue leyendo