l cacao en polvo es todo un clásico, especialmente en los desayunos infantiles, junto a la leche. Es el principal uso que se le da desde hace más de 50 años, en buena parte porque es el modo en que se ha promocionado en las campañas publicitarias. “Desayuno y merienda ideal”, “el desayuno de los atletas” y otros eslóganes nos han hecho creer que se trata de pro-ductos saludables indicados especialmente para que niños y niñas crezcan fuertes y sanos. Pero lo cierto es que la mayoría no son lo que podrían parecer. Todas las formas del cacao. Obviamente el cacao es el ingrediente más importante. Se obtiene a partir de las semillas del árbol Theobroma cacao, que una vez fer-mentadas y secas, se prensan para reducirlas a una pasta que se procesa mecánicamente para convertirla en polvo. Se pueden apli-car además otros procesos. • Desgrasado. Este cacao contiene menos de un 20% de grasa y se consigue gracias a un proceso de prensado que retira la mayor parte de la grasa. Es el que se utiliza en todos los productos ana-lizados, salvo en Nesquik Intenso, que contiene una mezcla de cacao y cacao desgrasado, en proporciones del 42% y del 28%, res-pectivamente. A diferencia del desgrasado, el cacao debe contener un 20% de grasa o más. Por eso tiene un sabor más suave y aporta una textura menos cremosa. Además, es más caro, lo que explica, en parte, que se utilice habitualmente el desgrasado. guía de compra