Quid El ‘rise and fall’ de las certificaciones sostenibles Por Celia Oliveras S i tener que reducir las emisiones de efecto invernaderoun método de compliance. Lejos de ser grupos sin ánimo o multiplicar el uso de materiales reciclados no es su-de lucro, sin embargo, las principales certificadoras son ficiente presión para las empresas, la moda debe enfrentarcompañías privadas que establecen una serie de criterios además la tarea de demostrar que las acciones que llevan a“sostenibles” en procesos concretos de la cadena, y emi- cabo tienen un efecto real en todo el proceso de la cadenaten las certificaciones a las empresas que las contratan de valor. Este escenario, en el que las principales compañíaspor este servicio. debían convencer a los consumidores de que sus artículosDiferentes nombres se han alzado en la industria como eran los más sostenibles del mercado, fue el caldo de cul-los grandes sellos de sostenibilidad. Durante un tiempo lo tivo perfecto para el auge de las certificaciones sostenibles,fue el índice Higg, que certificaba presuntamente el im- hoy en horas bajas. pacto de una prenda a través cinco parámetros que medían Según datos de la Unión Europea, actualmente hay 230el rendimiento social y medioambiental de la cadena de certificacionesde sostenibilidad operativas en hasta 25valor. “Paralas empresas estas certificaciones tienen sentido sectores diferentes. Del total, aproximadamente la mitadporque son baratas y funcionan, hasta que algún gobierno deestas ofrecen verificaciones “débiles o no justificadas”.dice queno”, comenta CispinAr rgento, director eneral deg “Las certificaciones triunfaron en el marco de una carrerala organización especializada en la transparencia y traza- degreenwashingy de competencia feroz entre las empre-bilidad del sector de las fibras The Sourcery. sas por demostrar quién era la más sostenible de todas”,Eso fue precisamente lo que le pasó a la Sustainable explica Chisco García, experto en sostenibilidad y asesor Apparel Coalition (SAC), responsable del índice Higg, de diferentes compañías. tras una denuncia de las autoridades de la competencia La mayoría de las certificaciones han surgido en la úl-de Noruega y los Países Bajos. Ambas entidades alertaron tima década, de la mano del auge de la sostenibilidad. Lasde un posible uso engañoso de este sello en las campañas oleadas legislativas en Europa, y cada vez más en Estadosde márketing de las empresas, ya que los procesos de certi- Unidos, han convertido los criterios medioambientales enficación no medían las propiedades ambientales de un ar- Actualmente existen 230 certificaciones de sostenibilidad en 25 sectores diferentes La Sustainable Apparel Coalition (SAC), responsable del índice Higg, cambió su nombre a Cascale tras una denuncia de un uso engañoso del sello. 74 Modaes — Nº51 gnicruoS