Plumas teñidas a mano, pedrería tonal y bordado de perlas. La más exquisita artesanía, inspirada en una capa de noche de 1944 del diseñador Charles James, padre de la alta costura en Estados Unidos. La capa que lució la todopoderosa Anna (Wintour en la edición de 2024 de la Gala del Metla cita ineludible de la moda cada año) no sólo se convirtió en un fenómeno viral en cuestión de minutos, sino que representó la consagración definitiva del Loewe de Jonathan Anderson. Hasta llegar a la fotografía de Wintour en la escalinata del Met han sido necesarios más de diez años de reconversión industrial, inversión publicitaria y reflexión filosófica. En los ingredientes de esta historia también hay enfrentamientos familiares, pequeños y grandes inversores franceses e, incluso, un Superman patrio. Este es el relato de todas las agujas con que se pinchó la hoy despierta Bella Durmiente de la moda española. Por Pilar Riaño En el mundo de la empresa familiar, dicen que la pri-alianza fue fortificándose hasta el punto de que termi- mera generación crea el negocio, la segunda lo impulsanaría dándole nombre en 1872. y la tercera lo hunde. En Lewe, cua hisoria tieneo y tCon el apellido Loewe al frente, el taller ganóeltí- ingredientes de sagas y dinastías, la norma se rompe:tulo de proveedor de la Casa Real en 1905 y comenzó poco se conoce de la segunda generación y la terceraa pasar de generación en generación: de la primera a fue clave para el desarrollo de la firma. la segunda (representada por Enrique Loewe Hilton) y En la España en que reinaba Isabel II (antes de quede la segunda, a la tercera. En 1934, en plena Segunda tuviese que marcharse al exilio en 1868) y en la que se li-República española, con Niceto Alcalá-Zamora como braba la segunda guerra carlista (que afectó fundamen-presidente, Enrique Loewe Knappe tomó las riendas talmente a Cataluña), en 1846 un grupo de artesanosde la empresa tras la muerte repentina de su padre. se estableció en el centro deMadrid, en lacalleLoboRecién terminada la Guerra Civil, en 1939, Loewe (actual calle Echegaray) para trabajar la piel. El jovenKnappe impulsaría uno de los grandes hitos de su rei- alemán Enrique Loewe Roessberg, a quien algunos con-nado en Loewe: la apertura de una tienda en la Gran sideran un iluminado, recaló en España en busca de ar-Vía de Madrid, que continúa en activo y es el estableci- tesanías únicas y se asoció con aquel modesto taller. Sumiento más reconocible y antiguo de la firma. Jul/Ago/Sep 2024 45 Central