Zoom Todavía no se ha acabado la fiesta El auge de la extrema derecha no es nuevo en Europa. Ahora, sin embargo, por primera vez los grupos de extrema derecha han conseguido suficiente peso como para poder ser una alternativa en los futuros pactos de la cámara. Por Celia Oliveras L as recientes elecciones al Parlamento Europeo han dejado de manifiesto lo que se veía venir desde hace tiempo: la extrema derecha vuelve a ganar terreno. Poco a poco, líderes como Giorgia Meloi, actualn presdenta ei d Italia y líder del partido extremista Hermanos de Italia, se han hecho un hueco en el día a día de la política de la Unión Enlos resultados de los comicios europeos, los partidos de extrema derecha han mejorado sus resultados en más de la mitad de los estados miembro, y únicamente en dos países (Malta e Irlanda) no tienen representación política. “Esta tendencia no viene de nuevo, y aunque en la práctica, no tiene efectos devastadores, sí los tiene a nivel simbólico”, alerta Ana Sofía Cardenal, profesora de política comparada en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). del año, en un año donde más de la mitad de la poblaciónAunque medidas como La ultraderecha europea se alzó como principal fuerzamundial acudirá a las urnas a votar. A países como Estadosalcanzar la neutralidad en cinco países, entre los que se incluye Francia, dondeUnidos se le han unido recientemente Francia o Reino Unido,climática antes de 2050 Agrupación Nacional (el partido de Marine Le Pen) doblódonde amboseutivo hnsaadelantado las eleccioneejcs. “stosEya están pactadas en resultados al del actual presidente del país, Emmanuelresultados no tienen por qué trasladarse a las elecciones le-por ley y no se verán Macron. En Alemania, aunque la AfD no se llevó los máxi-gislativas de cada país, pero sí que demuestran unaconstatneafectadas por el auge mos escaños, consiguió escalar hasta la segunda posición.erosión de la confianza de las clases medias con los líderesde la extrema derecha, La extrema derecha se ha afianzado así en las economíaspolíticos”, continúa Cardenal. los objetivos de más potentes de la Unión. La principal coalición que ha go-El punto de inflexión será, sin embargo, las eleccionesreducción de emisiones bernado la eurocámara en los últimos años, formada por elpresidenciales de Estados Unidos, donde las encuestas nopara 2030 o 2040 sí Partido Popular Europeo, el Partido Socialista Europeoylose deciden si dar la ventaja a Joe Biden o Donal Trump. “Enpodrían reducirse. Los s populares europeos Liberales, ha mantenido su mayoría. Los populares, sin em-Estados Unidos hay un amplio sector de la población, espe-ya no deben pactar bargo, la gran fuerza europea,pueden ahora también pactarcialmente en el medio oesteelpís, unazna queho a su-d aúnicamente con medidas con los tres grupos de extrema derecha. frido un proceso de desindustrialización severo, donde sesocialistas y liberales, “No es lo mismo ganar en votos, que ganar en el discursosienten desprotegidos”, explica Cardenal. Este desencantoy podrían acudir ahora -explica Toni Rodón, politólogo y profesor de la Universitates precisamente el que ha provocado que partidos como ela la extrema derecha Pompeu Fabra (UPF)-; y laextrema derecha es donde ha de Trump o Meloni alcancen el poder. “Las democracias para impulsar medidas triunfado”. “El auge de partidos de corte extremista ha des-liberales sólo han funcionado históricamente por el con-menos estrictas. viado al votante mediohacia la derecha, y si antes en e mediolsenso entre las bases y la élite, por el que estas les votaban a de la balanza se encontraban los votantes de centro, ahoracambio de un cierto Estado del Bienestar y posibilidad de lo hacen los de extrema derecha”, añade Rodón. ascender socialmente”, concluye Cardenal, una confianza Las elecciones europeas son un primer vistazo a lo quequese ha erosionado progresivamente ante los continuos puede pasar en todas las votaciones que quedan en el resto shocks económicos y geopolíticos. � 14 Modaes — Nº51 onrotnE