CGATE / pROFESIÓN Las principales barreras. Nues-tros expertos coinciden en ma-nifestar que gran parte de los edificios españoles presentan ba-rreras de tipo físico que provocan la exclusión de las personas en las actividades diarias. “En edifi-cación, las más repetidas son la aparición de peldaños en los ac-cesos a establecimientos o por-tales residenciales, la dificultad en la deambulación en el interior de los locales por la existencia de espacios de reducidas dimensio-nes, la ausencia de servicios higiénicos accesibles o la inexistencia de ascensor entre plantas”, desarrolla Pa-blo José González, aspectos en los que coincide con Ivanka Ibisate: “Además de en el acceso, la principal ba-rrera está en los itinerarios que comunican la vía pública con cada una de las viviendas, los garajes u otros ser-vicios del edificio, tanto por la falta de ascensor como, en muchas ocasiones, por la falta de espacio físico para colocarlo”. Por su parte, Elisa Entrena también pone el acento en una cuestión que “a priori, puede parecer secundaria, pero que dificulta de forma considerable la accesibilidad para muchas personas, no necesariamente con discapacidad, sino personas mayores, con carritos de bebé, etc., y es el peso de las puertas de acceso a los edificios. Casi el 50% de las puertas de acceso a los inmuebles tiene un peso excesivo que dificulta su aper-tura”. En este sentido, Jaume Arbós diferencia dos esce-narios de actuación: las zonas comunes del edificio (ac-ceso, vestíbulo y comunicación vertical) y un segundo escenario “dentro de las viviendas, donde las actuacio-nes son a ‘medida del usuario’, y que también fomentan la accesibilidad de todo el edificio”. Entre las primeras, además de las ya comentadas, Jaume Arbós habla de otra barrera existente en los edificios plurifamiliares: el el cgate está recopilando toda la documentación disponible en la red colegial para aglutinarla en un espacio común nacional, además de ofrecer formación específica profesional