Como cuenta Enric Granell, arquitecto y profesor de Historia del Arte y de la Arquitectura de la ETSAB-UPC, en el blog L’informatiu Sant Antoni, en los archivos del Ayuntamiento de Barcelona, “consta que el 2 de enero de 1864 Narcís Tarragó presentó una instancia a la que acompañaba un proyecto arquitectónico con cinco pla-nos, solicitando el permiso para construir un edificio de viviendas en una parcela de la manzana 20 P/2 21 del nuevo Eixample de la ciudad. El proyecto iba firmado por el Maestro de Obras Antoni Valls i Galí. El 30 de marzo, el arquitecto municipal Leandro Serrallach emi-tió el informe favorable sobre el proyecto presentado y se concedió el correspondiente permiso de obras”, que comenzaron inmediatamente. Meses después, en octu-bre, se pidió un permiso suplementario para construir un entarimado interior que alojara las viviendas de las tiendas. Durante la primera mitad del siglo XX, en este edi-ficio se instaló una carbonería (de ahí su nombre) que estuvo abierta hasta los años cincuenta. Después, en el inmueble abrieron sus puertas otros comercios como un AXONOMETRÍA Y PLANTAS