tico de la ciudad. Con ese objetivo, formamos una mesa de negociación en la que el Ayuntamiento de Viena, la organización de Europan Austria, las empresas promo-toras y representantes de cooperativas y ciudadanía es-taban involucrados en el proceso de planeamiento. Para su coordinación, las oficinas Arenas Basabe Palacios y Mascha & Seethaler formaron un equipo multidisciplinar junto con un grupo de expertos en paisajismo, movilidad, sociología, participación, sostenibilidad y energía. Traba-jando en una serie de talleres temáticos (workshop-ba-sed urbanism), cada técnico contribuyó al proyecto con sus conocimientos específicos, en un proceso de planea-miento colaborativo abierto, inclusivo y democrático. Diversidad multiescalar. La diversidad del nuevo barrio nació de su producción por diferentes agentes. Para re-presentarlos a todos, el proyecto ofrecía un repertorio amplio de arquitecturas de tamaños diversos (tallas XS, S, M, L y XL). Las instituciones y grandes promotores tenían la capacidad de abordar la construcción de los bloques XL (10.000 m2), mientras que cooperativas, pe-queños inversores e incluso individuales podían encon-trar en la gradación de escalas su inversión adecuada, hasta la intervención mínima (XS-250 m2). La diversidad tipológica aumenta las posibilidades de establecer sinergias entre las diferentes construcciones. Cada escala y cada tipo asumen un rol diferente dentro del tejido, logrando que el barrio resultante sea más que la suma de sus partes. Por ejemplo, los edificios XL, desti-nados a vivienda colectiva, aumentan la densidad del ba-rrio y marcan su estructura. Mientras, las torres puntuales crean referencias, y las pequeñas XS (Mehrfamilienhäuser) aumentan la porosidad del espacio. La condición multies-calar se extiende a la naturaleza y diseño de los espacios libres, así como al propio contenido social del barrio. Sintaxis urbana. El diseño de soportes proporciona un marco adecuado para el desarrollo de un proceso com-plejo, permitiendo la diversidad y libertad en un entorno urbano relativamente controlado. Sin embargo, se ne-cesita una sintaxis asociada para describir la producción del tejido urbano sin obligar necesariamente a diseñar una forma predefinida. La estructura normativa tuvo que adaptarse al proceso, para garantizar la calidad urbanís-tica y arquitectónica respetando, a la vez, los máximos grados de libertad. En ese marco de flexibilidad controlada, las escalas de construcción más pequeñas presentan una mayor libertad volumétrica y de diseño, atrayendo agentes con diferente capacidad de inversión. Por otro lado, las es-tructuras más grandes están diseñadas con más preci-sión, ya que asumen roles estructurantes, cruciales para todo el barrio. Para su redacción, fue necesario crear tres capas normativas que permitiesen una planificación flexible e iterativa: - El planeamiento oficial (Widmung), documento legal aprobado por el Ayuntamiento de Viena el 23 de sep-tiembre de 2015. Solo definía lo estrictamente necesa-rio: tipos, cantidades y tamaños máximos, así como la red de movilidad y los espacios verdes obligatorios. El Masterplan, que describía el desarrollo concreto: ubicaba las unidades de inversión, definía más el espacio público y especificaba las secciones de las calles, trabajo de implementación de cualidades concluido en 2016. - Un libro de cualidades (Qualitätenkatalog), que ofre-cía instrucciones y recomendaciones sobre la movilidad, el espacio libre, los materiales de construcción y la eco-logía para garantizar la calidad del entorno construido. ‘Software’ urbano. El entorno construido, por sí solo, no garantiza el éxito del hábitat. Supone el hardware de la ciudad, pero necesita ser activado por su software correspondiente. Además del soporte flexible y la sin-taxis de código abierto, un elemento esencial en el plan urbano fue una estructura de gestión transparente. Para ello, y en paralelo a la redacción oficial del planeamiento, se propuso un modelo de implementación del área en el que los diferentes inversores debían formar una sola empresa de desarrollo. Este marco único garantiza las cualidades del proyecto mediante dos estructuras de gestión: una defensiva, que controla la calidad del de-sarrollo, y otra más proactiva, que programa el espacio urbano y potencia los procesos sociales en el barrio: - Un consejo de control de calidad, en el que ar-quitectos, planificadores, el municipio, el promotor, los políticos y los representantes de los ciudadanos podían controlar los proyectos de construcción y espacios li-bres. - Una oficina central de coordinación, que dinami-zaba la vida social de la zona mediante la implementa-ción de eventos participativos e informativos en el lugar y gestionaba de forma específica el espacio libre. En esta etapa se incluyó información pública para la ciudadanía. Los vecinos del entorno tuvieron la oportu-nidad de expresar sus inquietudes en tres talleres infor-mativos, modificando el diseño urbano inicial con sus aportaciones. Urbanización porosa. En Wildgarten solo se urba-nizaron las zonas estrictamente necesarias entre los edificios, por lo que la mayoría de ellas podían ser co-lonizadas por un nuevo tipo de espacios libres: el All-mende, antiguo término medieval para referirse a los terrenos comunitarios (the commons). Se reinterpretó esta estructura de propiedad como un espacio verde, de bajo mantenimiento y reprogramable en el tiempo. Supone un espacio gestionado por y para la comunidad, con capacidad de apropiarse de este bien común para la agricultura, alquilarlo para un evento o dejarlo como área silvestre natural. Las superficies de Allmende partían como zonas sil-vestres urbanas: una mezcla rica de especies herbá-ceas que albergaban animales de pequeño y mediano tamaño, algunos con diversos grados de protección. Wildgarten no reemplaza a la naturaleza, sino que se asienta sobre ella de manera porosa, con una baja huella ecológica. Integra lo natural en su estructura y respeta la diversidad ecológica y la continuidad del ecosistema. También define su impacto en los ecosistemas natura-les preexistentes, que constituyen una isla de praderas silvestres en medio de monocultivos suburbanos de la zona, conocida como Rosenhügel. En el nuevo tejido ur-bano, aproximadamente el 60% del terreno ahora es espacio verde, permitiendo la continuidad de la flora y fauna local. Con ese objetivo, repensar la movilidad fue un as-pecto esencial. El nuevo barrio se planificó como área peatonal, donde los coches pierden su presencia al alo-jarse en tres grandes aparcamientos subterráneos co-lectivos para los vecinos, a los que se accede desde las calles perimetrales. Los automóviles solo pueden circular dentro del tejido urbano en caso de emergencia (am-bulancia, bomberos, policía, etc.), por lo que el barrio presenta espacios libres de alta calidad, para peatones y bicicletas, seguros para niños y mayores. Alternativa al suburbio. La construcción de Wildgarten resulta diametralmente opuesta a las soluciones típicas y convencionales para entornos suburbanos basados en el diseño de objetos y el exceso de infraestructura o en la acumulación repetitiva de parcelas privadas. Ambos casos comparten la polarización de lo público y lo pri-vado y la ausencia de estructuras capaces de dar forma al espacio comunitario. Precisamente, en la definición de los bienes comunes es donde Wildgarten ha marcado la diferencia. El objetivo era crear una textura urbana líquida, ca-paz de definir una estructura comunitaria compleja para un barrio que se adapte a los intereses y valores cam-biantes de sus principales actores, antes, durante y, es-pecialmente, después de su construcción. Wildgarten no sigue ni el modelo de ciudad jardín ni el de un desarrollo monofuncional de bloques; es un hábitat complejo, de calidad, que respeta la escala humana y permite la conti-nuidad del espacio verde sin perder densidad ni compa-cidad. Supone una alternativa al suburbio convencional no solo por ofrecer una práctica sensible con el entorno, sino también social y económicamente sostenible en su proceso. La diversidad de edificación promueve una mezcla social en el nuevo desarrollo urbano, donde los habitantes pueden satisfacer sus necesidades de hábi-tat en los diferentes tipos de edificios y en los diversos escenarios de espacio libre y movilidad alternativa. Desde un punto de vista teórico, el enfoque del pro-yecto estuvo influenciado por las circunstancias con-textuales de los autores (Arenas Basabe Palacios). De hecho, fue una reacción frontal a la fallida sobreplani-ficación de las periferias españolas, que han dejado un paisaje degradado en torno a ciudades como Madrid. En ese momento, toda una generación de oficinas es-pañolas jóvenes buscaba alternativas, resultando una amplia gama de enfoques de planificación participati-vos, colaborativos y orientados al proceso. Wildgarten ejemplifica cómo un modelo alternativo de planificación es deseable y posible, y ya es una realidad. Identidad comunitaria. No siempre es fácil crear pun-tos de anclaje para la identidad en los suburbios. La falta de referencias históricas, culturales o visuales es un problema que encontramos a menudo en las zonas periféricas de vivienda, que, en el mejor de los casos, están dotadas de centralidades estrictamente funciona-les (centros comerciales, estaciones de tren, etc.). Este hecho debilita la complejidad urbana y la cohesión so-cial, aumentando la dependencia de los habitantes de las redes de infraestructura, especialmente en lo que respecta a la movilidad y la información. Por esa razón, la presencia de un conjunto de edificios históricos en el lugar aparece como una oportunidad única para ge-nerar un lugar de identidad dentro del nuevo barrio. Los restos de una granja pública porcina de la época nazi (1939) se conservan e integran en el tejido urbano como referencia histórica, no exenta de un pasado po-lémico. El edificio principal y las dos casas del director se rehabilitaron en 2019 para adaptarse como centro social y guardería, empezando a funcionar antes de que se construyeran las viviendas, para ofrecer un vínculo con los vecinos del entorno. El conjunto está cimentado por un exuberante espacio verde que, en las últimas décadas, se ha transformado en un oasis urbano de gran valor ecológico, que se mantiene y protege para dotar al nuevo barrio de un parque central de especies maduras, cuidado y ya en uso. El centro sociocultural asume la coordinación central de usos, la educación sobre alternativas de movilidad, la gestión de espacios abiertos comunales y la mediación de conflictos entre vecinos. Su presencia aumenta la resiliencia del nuevo desarrollo urbano, en un proceso de gestión dinámico que reacciona a los cambios en las condiciones estipuladas en origen. Para favorecer el sentido de pertenencia con su há-bitat, se adoptan medidas de asociación en el espacio libre: por un lado, concentrando urbanidad en torno a las grandes plazas, rodeadas con usos dotacionales y co-merciales (supermercado, gimnasio, guardería, etc.). Por otro, con la indefinición de los pequeños espacios verdes como interpretación y apropiación del habitante. Gracias a unas reglas, una estructura de gestión y, especialmente, a las capacidades de negociación de los habitantes, los espacios verdes intermedios o Allmende animan a las co-munidades a su apropiación y las hacen visibles como un nuevo símbolo de identidad para Wildgarten. El Allmende, como espacio comunitario, no se ge-nera en contraposición con el espacio privado, sino que aparece precisamente construido a partir de él. Por el contrario, la valla –límite y símbolo de la propiedad– se convierte en un espacio donde la superposición, apro-piación y negociación de la comunidad (entendida como cualidad y no como objeto) es capaz de florecer. Proceso democrático, vivienda plural. Desde su origen, el tejido propuesto en Viena puede ser construido por un rango de actores muy diversos, que incluye indivi-duos, cooperativas, promotores privados e instituciones públicas. Sobre este soporte, la ciudad puede ser pro-ducida con diferentes escalas, sistemas de financiación y lógicas de implantación. La diversidad tiene que ser inducida en origen a través del diseño del proceso, y no solo mediante una mezcla estática de tipos. Con ese objetivo, el proyecto ha estado abierto a las inicia-tivas Baugruppen (proyectos de co-living y co-housing), un agente cada vez más importante en la escena inmo-biliaria de Viena. Participaron en el proceso de planifi-cación y se les reservaron cuatro sitios estratégicos en el Masterplan. Sus proyectos orientados a la comunidad juegan un papel clave en el nuevo distrito, activando el Allmende y programando el vecindario. Junto con inversiones mayores de las instituciones y grandes promotores, el resultado ha sido un repertorio de aproximadamente 1.100 viviendas que incluyen to-dos los modelos de hábitat en Viena. Se ha fomentado la mezcla social gracias a la oferta de vivienda plural: vivienda pública (producida y administrada directamente por el Ayuntamiento) subvencionada, tanto en alquiler como en venta, vivienda privada de alquiler y venta, ade-más de los cuatro modelos de co-housing. En ese contexto, Arenas Basabe Palacios ha desarro-llado 11 bloques de viviendas de diferentes escalas, que acogen 82 viviendas (9.500 m2 construidos, incluyendo espacios comunitarios y comercio en planta baja). El di-seño de la edificación, conocido como Sonnenblumen-häuser (casas girasol), respeta y potencia la idea urbana original: basan su organización en torno a la matriz de jardines que estructura el nuevo barrio. Cada bloque se construye alrededor de su jardín y su materialidad no hace más que recalcar esta idea: fachadas cerámicas de color miran al sol, orientando todas las estancias de día al sur, abriéndose al jardín. La edificación, diversa en altura y crujía, acoge múltiples tipos edificatorios: cons-trucciones de pequeño tamaño (talla S), con viviendas unifamiliares y dúplex; edificios de mediana escala y en altura (talla L) sirven de bloques de vivienda colectiva dentro de un tejido urbano compacto, diverso y poroso. Wildgarten se encuentra habitado en un 80% y aborda su última fase de construcción, que se espera fi-nalice en 2024. Durante este proceso de 15 años, el pro-yecto se ha expuesto en Austria, Alemania, Suiza, Suecia, Francia, España, Italia, Chipre, Bulgaria, Rusia, México y Corea; fue seleccionado entre más de 6.000 proyectos presentados en 152 países como ejemplo de urbanismo innovador, democrático y sostenible, ganando el Hol-cim Bronze Award en Europa 2014/2015. Estos y otros reconocimientos subrayan una práctica innovadora de urbanismo inclusivo y democrático como alternativa a los modelos convencionales de planificación de la ciudad actual, cada vez más compleja y cambiante. • Wildgarten / internacional Wildgarten es un nuevo tejido urbano de 11 hectáreas, al suroeste de Viena, que acoge 1.100 viviendas