Las nuevas bodegas de Castillo de Perelada, a pesar de ser un edificio para usos indus-triales (elaboración de vinos y cavas), es un proyecto que destaca por su calidad ar-quitectónica. Precisamente, esta fue una de las premisas de la propiedad: hacer un edificio que no solo fuese un contenedor para una ac-tividad industrial, sino que también destacase por su calidad y fuera capaz de transmitir la vocación de hacer grandes vinos de calidad y la convicción de apostar por la experimentación y la innovación, valores que han sido los pilares de la empresa desde sus orígenes. El proceso de concepción de la nueva bodega co-menzó cuando la familia Suqué Mateu –propietaria de la Bodega Perelada– confió en la intuición del estudio RCR Arquitectes y la pureza de su arquitectura, basada en el respeto por el paisaje preexistente y en priorizar la vertiente emocional y experiencial del espacio resultante. portada / Cavas Castillo de Perelada