HABLA GEOSEC PARA CERCHA Para más información puede consultar la página web: https://www.geosec.es/cimentaciones-especiales/micropilotes/ 4. Hinca de los micropilotes. Para ello, se ancla el bastidor a la losa, bien directamente o bien mediante una placa metálica circular. A continuación, se fija el gato de hinca en el bastidor o castillete y se inicia el proceso de hinca de forma continua y progresiva, uniendo los diferentes módulos de tubo mediante rosca machihembrada. La profundidad o longitud de los micropilotes se estima inicialmente a partir de los datos del estudio geotécnico. No obstante, es la presión de hinca, de-terminada mediante lectura del manómetro calibrado acoplado a la centralita y registrada para cada micropi-lote individualmente, el dato fundamental de validación. El valor mínimo de dicha presión final será la equiva-lente a una fuerza de empuje sobre el micropilote igual o superior a la carga de diseño establecida. 5. Unión entre el micropilote y el cimiento. El último paso es la fijación del micropilote a la cimentación, en este caso, a la losa del foso de ascensor. Se trata de un dispositivo fundamental, ya que materializa la transmi-sión de cargas entre el elemento de cimentación y el mi-cropilote. Como se ha mencionado, se rellena el espacio anular alrededor del micropilote con mortero grout de baja retracción y alta adherencia. Se procede al corte del tubo sobresaliente de la losa y a la colocación de una placa antipunzonamiento. La fijación de esta placa a la losa se realiza mediante perforaciones en la misma y anclaje químico de cuatro barras roscadas con resina epoxi de alta resistencia. Una vez endurecida la resina, se procede a la colocación de la placa antipunzona-miento y al apriete de las tuercas de sujeción. Recalce de ascensor existente En este segundo caso, un ascensor ya instalado en el exterior, adosado al edificio existente, presentaba un asentamiento debido a la poca capacidad portante del terreno (recordemos que se trata de la misma zona y, por tanto, de un terreno similar al del primer caso). Aprovechamos para incidir en la importancia de contar con información geotécnica suficiente, aun para obras como estas que, a menudo, se consideran “menores”. En esta ocasión, el primer paso es la perforación, me-diante batería saca-testigos, del orificio necesario para el paso del micropilote a través de la losa existente. Las operaciones de hinca y fijación siguen el procedimiento mostrado en los puntos 4 y 5 del primer caso. La solución Groundfix® de micropilotes de hinca continua por presión es un sistema de cimentación profunda ideal para este tipo de obras en entornos ur-banos y residenciales, ya que combina eficacia, garan-tía y mínimas molestias a vecinos y viandantes debido a sus características: - Control continuo de los trabajos mediante la pre-sencia constante de un técnico (geólogo o ingeniero) en obra. - Verificación de la intervención, asegurando la consecución del objetivo de carga mediante el regis-tro continuo de la presión de hinca individualmente en cada micropilote. - Mínima ocupación de la vía pública, al no precisar contenedores de residuos ni estacionar maquinaria o grandes vehículos. - Rapidez de ejecución: en fosos de ascensor, la du-ración de los trabajos de micropilotaje se reduce a uno o dos días. - Ausencia de residuos, vibraciones, ruidos excesi-vos y polvo. - Posibilidad de trabajo en espacios reducidos y con escasa altura libre (desde 2,20 m). Micropilotaje finalizado con la colocación de las placas antipunzonamiento.