texto_Carmen Otto Hace más de 100 años, en un terreno situado frente a la Alhambra, se levantó uno de esos establecimientos en los que alojarse al menos una vez en la vida: el Hotel Alhambra Palace. Su historia está marcada por los acontecimientos y los personajes que, desde 1910, han pasado por sus habitaciones y salones. Granada es una ciudad que enamora por su be-lleza y por ser el centro de cuentos y leyen-das que dejan volar la imaginación. Son muy pocas las personas, por no decir ninguna, que no desean visitarla. Y más cuando, a lo largo de los siglos, se ha leído y escuchado la opinión de ilustres visitantes como Lope de Vega, Cha-teaubriand, Matisse, Alejandro Dumas, Unamuno, Victor Hugo, Shakespeare… El que tantos y tantos viajeros que, una vez aquí, dejaban su fascinación por escrito, hizo pen-sar a Julio Quesada Cañaveral y Piédrola (VIII duque de San Pedro de Galatino, VI conde de Benalúa y grande de España) que el turismo podía ser una importante fuente de ingresos, sobre todo gracias a uno de los monumentos más maravillosos del mundo: la Alhambra. Para que la ecuación resultara perfecta, solo hacía falta añadir un miembro a la fórmula: un alojamiento singular donde los viajeros (se estima que unos 18.000 turistas visitaban la Alhambra a principios del siglo XX) pudieran descansar, sin olvidar el precioso entorno en el que se encontraban. edificios con historia / Hotel Alhambra Palace