pROcesos y materiales dado que el citado símbolo se llamaba “de accesibilidad” a secas. Sin embargo, su denominación en la norma UNE 41501:2002 incluye su especificidad en cuanto a la aso-ciación de la movilidad, con el mensaje subyacente de que la accesibilidad es más que un aspecto físico, es más que una rampa. Afortunadamente, vamos avanzando en conceptos y ya sabemos que la accesibilidad tiene un apellido dife-rente de acuerdo con las necesidades que cubre. Si habla-mos de accesibilidad física nos referimos a barreras que nos resultan muy conocidas, por ejemplo, un desnivel que se supera a través de un ascensor o unas barras de apoyo al lado de un inodoro. Si pensamos en la accesibilidad vi-sual, puede que nos venga a la mente la imagen del braille y el pavimento tacto visual. Respecto a la accesibilidad auditiva, seguramente la referencia sea la lengua de signos, los subtítulos o el bu-cle de inducción magnética –quizá este último sea más desconocido–. Y si hablamos de accesibilidad cognitiva, puede que nos quedemos en blanco, ya que se trata de un concepto más abstracto. Tanto la rampa como el braille y el bucle son elementos que podemos tocar, ver y raciona- la accesibilidad es fundamen-tal para las personas con discapacidad, además de una medida de comodidad para todos Vestíbulo sin pavimento tacto visual donde es difícil orientarse. Vestíbulo cuyo pavimento ayuda a encontrar el mostrador de recepción y las rutas de salida.