de escalera iluminado por un tragaluz octogonal, estaba muy compartimentada y presentaba un aspecto más con-vencional. Sin embargo, la zona industrial mostraba una planta diáfana con una estructura de pilares de fundición y jácenas metálicas a la vista, así como un patio central a modo de impluvio. Esta estructura iniciaba la racionali-dad espacial que caracterizaría muchas de las obras de Domènech i Montaner”, describe Maurici Pla en su obra Catalunya: guia d’arquitectura moderna, 1880-2007. Arquitectura hospitalaria. Aunque su gran obra es el hospital de la Santa Creu i Sant Pau, no es la única que llevó a cabo dentro del ámbito sanitario. Entre 1897 y 1912 estuvo al frente de la construcción del Instituto Pere Mata, en Reus, centrado en la salud mental. En este caso (y al igual que hará posteriormente en Barcelona) propuso un sistema de pabellones repartidos por un jar-dín de modo que cada pabellón acoja a los pacientes se-gún el tipo de enfermedad, la clase social o el sexo. Los cultura / Lluís Domènech i Montaner encargo familiar Arriba, dos imágenes de la Editorial Montaner, hoy Fundación Antoni Tàpies. Abajoy en la tercera, la Casa Fuster.