pROcesos y materiales pueden orientarse solo con un plano; otras, a las que el no saber dónde se encuentran no les supone un problema y preguntan cómo llegar y a otras les genera una incapaci-dad. La discapacidad no se hace evidente si el entorno no presenta barreras; por eso, hablamos de entornos disca-pacitantes y no de personas discapacitadas. Imaginemos lo que puede suponer para una persona con autismo que no está cómoda fuera de su entorno y que tiene que ir a un edificio donde siente auténtica angustia porque no puede encontrar la salida. O una persona con síndrome de Down que pierde la oportunidad de trabajar porque la empresa no está bien señalizada y no encuentra el despacho en el que debe ejercer su actividad. El papel del Arquitecto Técnico. Desde la Arquitectura Técnica podemos hacer mucho por mejorar la accesibili-dad cognitiva y conseguir que los espacios sean más com-presibles. El grado de detalle de nuestro trabajo implica estar de forma muy atenta en la ejecución para evitar problemas relativos a la accesibilidad, como estancias mal iluminadas, puertas y mecanismos que no contrastan con el paramento, escasa señalización, etc. Al inicio del artículo hablamos de compartimentación de temas para entender los conceptos de forma senci- Plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida, sin señalización vertical. La accesibilidad, como cualquier otro aspecto de la arquitectu-ra, necesita per-sonal técnico