al público el valioso legado de Marzona, quien, en 2002, ya dijo a la revista Art Territory que “lo mejor que puede uno hacer con su colección es entregarla a un museo”. Un deseo que se ha hecho realidad. De fortín a museo. La Blockhaus se levantó en la mar-gen derecha del Elba junto al Puente de Augusto, según los planos del arquitecto francés Zacharias Longuelune, para servir de alojamiento a la guardia de la ciudad. Ori-ginalmente, Longuelune planteó una casa piramidal con un techo escalonado. La construcción de la planta baja, que cuenta con aberturas de medio punto, se desarrolló entre 1732 y 1739. Tras un largo paréntesis de 10 años en la construc-ción, y con el arquitecto Johann Christopf Knöffel como encargado de las obras, entre 1749 y 1755, el edificio se amplió con un segundo piso y un techo con buhardillas internacional / Archivo de las vanguardias el valor de las vanguardias © Peter Schickert / Alamy Stock Photo El valor de las vanguardias Por Enrique Sobejano, Fuensanta Nieto El Blockhaus es uno de los edificios más significativos del centro histórico de la ciudad de Dresde, situado en la ribera del río Elba. Construido en 1732, sufrió múltiples transformacio-nes a lo largo del tiempo, fundamentalmente después de la Segunda Guerra Mundial. El pro-yecto, con una superficie de 2.000 m², responde a la voluntad de abrir el archivo a visitantes, especialistas y público en general, con objeto de hacer accesible el valioso y heterogéneo le-gado Marzona, que incluye obras de arte, objetos, dibujos, planos y mobiliario de las distintas corrientes artísticas de las vanguardias del siglo XX: futurismo, dadaísmo, constructivismo y surrealismo, a través de instituciones como el Werkbund, la Bauhaus, la HfG de Ulm o el Black Mountain College. El proyecto surge de un diálogo entre la memoria y la vanguardia –representados por el propio edificio y su colección–, que se traduce en la inclusión del archivo en un volumen cúbico suspendido, liberando toda la planta baja como espacio público flexible para encuen-tros, exposiciones, seminarios y conferencias. La provocación que implica el nombre institu-cional se entiende como el punto de partida en este proyecto. Un gran volumen de hormigón que flota en el interior del Blockhaus constituye la pieza central del archivo, un tesoro es-condido, como la presencia inevitable del pasado.