Plaza de toros / urbanismo otoño las hojas tiñen de amarillo el lugar, o en invierno, cuando la plaza es más visible cuando menos se miraría. La geometría rotunda de la elipse dialoga con la plaza de toros, pero se deforma con las tensiones de la ciudad. Sus curvas unifican e integran las diferentes condiciones del contorno que está vivo, cambia de color y se mueve con los vientos. El anillo central no es solo una referencia visual o funcional, sino también la principal infraestructura del espacio urbano, repartiéndose desde ahí las principa-les instalaciones como la recogida de aguas pluviales, las eléctricas o las de riego, aprovechando que es donde más vegetación se concentra. Alrededor de este anillo se plantean unos satélites donde caben todos: niños jugando, padres y madres ha-blando, ancianos haciendo gimnasia... Estos satélites es-tán ajardinados y coloreados de un tono dominante en vegetación, mobiliario, pavimento… Creando universos más pequeños para los encuentros cercanos. Las farolas se han diseñado específicamente para este proyecto. Un anillo de luz rodea la plaza de toros. Luces en dos niveles que marcan su lugar en la ciudad, en la es-cala cercana y en la lejana, y que, además, son soportes de infinitas posibilidades. La plaza de toros es muy bajita en proporción con el espacio vacío. La columnata de farolas actúa de celosía contemporánea ofreciendo una escala mayor al coso taurino. De noche, las balizas en lo alto de los postes acentúan el eje vertical del monumento central y crean un anillo inmaterial en el aire. El paso del tiempo. Las hojas de los árboles han cogido tonalidades preciosas y sorprendentes. Los álamos plan-tados en invierno crecen rápido, pero más lentos de lo que nos gustaría. Es toda una lección de la naturaleza ante la inmediatez de la cultura de hoy, un recordatorio de lo importante. En unos meses, ya van algunas exposiciones y eventos (mejores y peores), y hasta ha salido de ahí la cabalgata de los Reyes Magos. Ahora el proyecto ya es del tiempo y de la gente. • sección orden en el caos Las formas circulares engarzadas en un sistema de anillos funcionales sirven para ordenar un espacio que estaba degradado y olvidado.