El sabor de la tierruca, de José María de Pereda, o El hijo de la parroquia, de Charles Dickens, entre otros muchos), se presentaba a concursos de arquitectura junto con su compañero Josep Vilaseca, con quien, años más tarde, realizó un viaje por Europa que resultó fundamental para moldear su futuro estilo creativo. Además, este hombre inquieto, ávido de saber y frenética actividad, pertenecía al cuerpo de profesores de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, donde impartía Conocimiento de Materiales, entre otras asignaturas, participaba activamente en los círculos políticos catalanes y colaboraba escribiendo ar-tículos en diversas revistas de la época. Declaración de intenciones. Uno de sus artículos más conocidos es “En busca de una arquitectura nacional”, que se publicó en la revista Renaixença en 1878. Ese texto venía a ser una declaración de intenciones de lo que, más tarde, sería el movimiento modernista. En él se puede leer lo siguiente: “Si la civilización moderna no estuviera trabajada por la lucha interior, si el público pudiese guiar con su opinión y con sus aplausos al artista, daría indu-dablemente origen a una nueva época arquitectónica y lo hará con el tiempo aunque de la forma lenta en que se viene dando el movimiento artístico (…) En este momento, arrojando todas las ataduras que la ligan a rancias e ig-norantes preocupaciones de escuela (…), la arquitectura moderna, hija y heredera de todas las pasadas, se levan-tará por encima de todas, enjoyada con los tesoros de aquellas y con los de la industria y de la ciencia por ella misma adquiridos (…) Admitamos los principios que en ar-quitectura nos enseñan todas las edades pasadas, que de todas, bien guiados, necesitamos. Sujetemos las formas decorativas a la construcción como lo han hecho las épo-cas clásicas; sorprendamos en las arquitecturas orientales el porqué de su imponente majestad en el predominio de líneas horizontales y de grandes superficies lisas o lige-ramente trabajadas contraponiéndose con el grandioso motivo ornamental formado por las esfinges asirias o per-sas ricamente decoradas; recordemos el principio de la Lluís Domènech i Montaner / cultura DOMÈNECH PUSO EN VALOR EL USO DE LOS MATERIALES TRADICIONALES EN LA ARQUITECTURA, EN LÍNEA CON LAS PROPUESTAS DEL MOVIMIENTO ‘ARTS and CRAFTS’ Fotos: © Alamy Stock Photo y © Getty Images