Hotel Alhambra Palace / edificios con historia de lujo que existían en Europa, que estaban dotados de habitaciones tipo suite (compuestas por gabinete y dormi-torio) con baño, en el que no podía faltar el agua corriente y una ventana de ventilación. Antes de entrar, lo primero que llama la atención a los huéspedes es el color de su fachada, conocido como “na-ranja Galatea” (causado por el suelo rico en hierro), que, según la luz y la hora del día, va cambiando de gama cromá-tica. También es sorprendente su forma almenada, como si fuera un castillo inexpugnable, que recuerda las murallas de Ávila, de ahí su marcada inspiración historicista. Una vez traspasada la puerta (marcada por tres arcos de herradura), el visitante queda impresionado por un interior totalmente adornado según el estilo neonazarí, con profusión de espejos, mosaicos, mocárabes, arcos y artesonados, firmado por los artistas granadinos Rafael Rus Acosta y Aurelio Rus Pérez. Para que los abundantes elementos decorativos estuvieran siempre en perfecto estado, el hotel se dotó de un taller de yesería propio. Teatro y casino. Una pequeña escalera se adentra al co-razón del edificio: el Teatrillo del Palace, la estancia más conocida del hotel y donde se sucedieron algunos de los hechos culturales más importantes de la ciudad. Se en-contraba donde hoy están el Salón Árabe y el Salón de los Reyes Católicos y era uno de los lugares favoritos del propietario del hotel. Aquí, en 1922, se presentó el Con-curso del Cante Jondo, que supuso el reconocimiento del flamenco como música culta. En este acto, presentado por Manuel de Falla, Federico García Lorca y Ángel Barrios, el público tuvo la suerte de escuchar al poeta, acompañado por Falla al piano, recitar la “Baladilla de los Tres Ríos”, unos versos que se incluyen en el Poema del Cante Jondo. Con el paso de los años, el Casino del Palace se convir-tió en el centro neurálgico, institucional, social y cultural de Granada. Todo ocurría aquí hasta que, en 1923, una orden emitida por el gobierno de Primo de Rivera obligó a echar el cierre. A pesar de que las mesas de juego que-daron vacías y las cuantiosas pérdidas que esto supuso DE AYER A HOY La construcción del hotel, junto a una imagen histórica de 1920 y otra tomada durante la Guerra Civil.