por la Universidad Politécnica de Zúrich, que señala que, en 2070, el 77% de las ciudades tendrá el clima del que hoy disfruta una urbe situada a mil kilómetros al sur de su posición geográfica. La dependencia que las ciudades tienen de los com-bustibles fósiles es responsable tanto de la contaminación como de la elevada cifra de GEI. Además, es la causa de que casi la mitad de la población mundial esté expuesta a altos niveles de contaminación del aire en sus hogares, provenientes principalmente de cocinar con combusti-bles y tecnologías contaminantes. De ahí que, según un informe especial elaborado en 2018 por el Grupo Inter-gubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la limitación del calentamiento global a 1,5 ºC requeriría “una transición rápida y de gran alcance rela-tiva al uso de la energía, la tierra, los espacios urbanos e infraestructuras (incluidos los medios de transporte y edificios) y los sistemas industriales”. A quién afecta el cambio climático. Aunque todos notamos que algo está cambiando en nuestro entorno (muestra de ello son las altísimas temperaturas que, en los últimos años, se están registrando en nuestras ciu- cuatro de cada cinco ciudades del mundo deben hacer frente a peligros climáticos como calor extremo, sequía e inundaciones