pROcesos y materiales El juego nos acompaña desde el principio de nues-tros días: ya cuando nacemos movemos las manos y los pies provocando una reacción en las personas que nos rodean. Jugar es una conducta natural a través de la cual ejercitamos las capacidades físicas, emocionales y socia-les, y es imprescindible para madurar. Además, el juego está ligado a la diversión y el esparcimiento, por lo que resulta una cuestión prioritaria; también es un derecho según recoge la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU. Para que el juego realmente provoque un crecimiento sano y, en muchos casos, pueda resultar una muy buena terapia, se necesita tiempo, espacios, equipamientos y materiales lúdicos, y compañeros de juego. En las actuales ciudades llenas de coches, con altos edificios, y montones de prohibiciones, los niños y las niñas necesitan espacios para jugar y relacionarse. Los parques infantiles inclusivos en plazas, calles y jardi- El carrusel integrativo, cuenta con espacio para que un niño con silla de ruedas pueda colocarse y disfrutar del juego. En él pueden jugar niños hasta los 6 años.