EL ALMA DE Comarcas NUESTRA ISLA Gran Canaria sorprende por la abundancia y calidad de manantiales que existen en la isla. La embotelladora de agua más antigua data de principios del siglo XX, reconocida por su característica de agua gaseosa y bajo el nombre “agua agria”. Fue empleada por los aborígenes porque las madres acudían ahí en busca del agua que sanaba a sus hijos, de ahí, el nombre de Barranco de Las Madres, ubicado entre los municipios de Valleseco y Firgas. En el municipio de Ingenio el agricultor Juan Martel compró en el año 1947 un pozo para montar una industria de agua, y en 1957 llegó a tener 360 metros de profundidad. Su caudal se mantiene desde los últimos años produciendo ocho litros de agua por segundo. Teror es otro de los enclaves de la isla con dedicación a la comercialización de sus aguas. En 1994 fue declarada de utilidad publica e interés social y sus primeras instalaciones se inauguraron en 1916. Pero Gran Canaria no sólo dispone de agua mineral, sino que además conforma un espacio pionero en la captación de agua potable através de las nubes. Como lo leen. El municipio de Valleseco albergó grandes mallas para la captación de agua, y en la actualidad ha servido para desarrollar un gran proyecto en países con problemas de abastecimiento, a través del embotellamiento del agua de niebla que es recolectada gota a gota a través de unos huertos hídricos. Un proyecto que ha convertido a España en un referente internacional en el sector de recursos hidráulicos sostenibles. Uno de los datos curiosos de nuestra tierra, donde presumimos de sol casi los 365 días del año, es que es la región del mundo con más manantiales y presas por kilómetro cuadrado. CON MANANTIAL EN FIRGAS LA EMPRESA EMBOTELLADORA SE ENCUENTRE EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, NO ES ESTE EL CASO DE LAS AGUAS DE TEROR, VALSEQUILLO O AGÜIMES