6 Informe económico y financiero #29 | Nota de coyuntura Informe económico y financiero #29 | Bienvenida 6 Por su parte, China ha puesto en marcha medidas económicas muy agresivas que han permitido al país salir de la crisis con rapidez, pero han llevado a un notable aumento del endeudamiento. Los datos indican que una parte significativa de ese endeudamiento se ha concentrado en grandes empresas que antes de la crisis ya mostraban una menor capacidad para pagar el servicio de la deuda. No es descartable un escenario, por tanto, que en China se produzca una corrección de la valoración del riesgo de crédito, que endurezca las condiciones financieras y provoque un descenso en las cotizaciones bursátiles. Por su parte en la Unión Europea, también el impacto de la crisis ha sido muy dispar, en particular entre los países del Norte y el Sur de Europa. Los cuatro países que sufrieron una mayor caída del PIB en 2020 fueron España, Italia, Portugal y Grecia. Sin embargo, la UE reaccionó de forma más rápida y ambiciosa que en anteriores crisis, con la puesta en marcha del paquete Next Generation EU (NGEU). El acuerdo, que marca un hito en el proceso de integración europea, con la emisión mancomunada de deuda por parte de la Comisión Europea, servirá para impulsar la recuperación tras el brutal golpe de la pandemia. Sin embargo, por su tamaño y extensión en el tiempo, también debería servir para “sentar las bases de un nuevo modelo de desarrollo para la UE”, en palabras del economista Jean Pisani-Ferry. España será el segundo país más beneficiado de NGEU, solo tras Italia, con más de 140.000 millones de euros (más de la mitad en transferencias directas). En el informe económico centramos el foco en dos cuestiones que serán clave para el éxito de la recuperación. La primera será la utilización efectiva de los fondos europeos. La segunda, evitar que pandemia deje cicatrices permanentes en la economía. Respecto al uso de los fondos destacamos cuatro elementos en los que todavía se puede mejorar. El primero es la falta de ambición reformista. Es precisamente en entornos como el presente, con acceso a financiación y políticas monetarias favorables, cuando la puesta en marcha de reformas estructurales es menos costosa socialmente. En este sentido, al Plan “España Puede” le falta concreción en reformas largamente postergadas, como las pensiones, el mercado laboral, el mercado interior o el capital humano (educación, universidades o políticas activas). En segundo lugar, es necesario un mayor esfuerzo en mejorar la transparencia de los procesos de selección de proyectos para asegurar una máxima rentabilidad de cada euro invertido. Existe el riesgo de que la necesidad de rápida ejecución termine priorizando proyectos subóptimos y favorezca a los incumbentes, en detrimento de proyectos más transformadores. En tercer lugar, es necesario asegurar la capacitación de la administración pública para responder al reto de implementación. Para ello se debe dotar a la Administración pública de los medios técnicos y humanos necesarios en cada uno de los tres niveles de la administración. Finalmente, es importante avanzar en la construcción de consensos y mejorar la cooperación entre administraciones para garantizar la efectividad del plan y su continuidad en el tiempo. La segunda cuestión central para el gobierno será evitar que se generen cicatrices en la economía que lastren el crecimiento futuro. Estas cicatrices pueden provenir esencialmente de tres vías: la educativa, la laboral y la empresarial. La pandemia y los cierres escolares han golpeado fuertemente a la educación, con fuertes pérdidas de aprendizaje, sobre todo concentradas en los alumnos más vulnerables. La respuesta en muchos países ha sido la de poner en marcha programas de tutorías individualizadas para el refuerzo educativo como respuesta. En España deberían ponerse en marcha políticas en esa línea. En lo que se refiere al mercado de trabajo, el objetivo debe de ser mantener el sostenimiento de rentas allá donde sea necesario, pero dar señales para que la necesaria reasignación de recursos en la economía pueda suceder. En esa transición, las políticas públicas deberían centrarse en tratar de reducir, en la medida de lo posible, el tiempo que pasan los parados sin empleo, reformando las políticas, de formación y orientación que faciliten la reinserción laboral. En tercer lugar, las empresas españolas, en particular las pequeñas y medianas empresas, han sido fuertemente golpeadas por la crisis. Las pérdidas de beneficios y el aumento de la deuda han llevado a muchas empresas, particularmente en algunos sectores, al borde de la quiebra. Puesto que las empresas no son responsables de la situación sobrevenida a la que se han enfrentado (han tenido que cerrar “por Decreto”) es imperativo ayudarlas tanto como sea necesario. Sin embargo, puesto que las ayudas no podrán ser ilimitadas, es necesario que el apoyo público se centre en sostener aquellas empresas con problemas de solvencia, pero viables (y no en empresas zombies). La segunda parte del informe se centra en explorar las oportunidades que ofrece el big data para la mejorar el análisis económico y la efectividad de las políticas públicas. El Profesor José Montalvo, la firma invitada, escribe sobre la utilidad de los microdatos bancarios para analizar la economía en tiempo real. El autor explora las diferentes aplicaciones que han tenido los datos de alta frecuencia (por ejemplo, los datos de tarjetas bancarias) para analizar el impacto de la crisis (con mucha más granularidad) y los efectos de las políticas económicas (de forma prácticamente inmediata). Así, el uso de big data nos ha permitido entender, en tiempo real y al detalle, el impacto por barrios del confinamiento, la evolución de la desigualdad económica o el efecto en consumo de las políticas puestas en marcha por los gobiernos. Por su parte, Kiko Llaneras y Octavio Madina, proponen diferentes usos que la administración podría darle a los datos que ya tiene disponibles para mejorar la vida de los ciudadanos. Los autores explican su experiencia con el Atlas de Movilidad, un análisis de datos masivos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Agencia Tributaria, respecto a cómo ha funcionado el ascensor social en España desde los años 90, con datos calle a calle. Pero también analizan otras experiencias implementadas en varios países utilizando big data para atajar la corrupción, o para hacer la vida administrativa mucho más fácil al ciudadano. José Ignacio García-Pérez, Floren Felgueroso y Sergi Jiménez explican su experiencia en la puesta en marcha de un sistema de perfilado estadístico en España. La evidencia para España muestra que nos queda mucho por mejorar en el ámbito de las políticas activas. El sistema de perfilado es una herramienta que podría transformar nuestros sistemas de formación, ofreciendo mucha mejor información respecto a las vidas laborales y las necesidades formativas de nuestros parados. Con los datos disponibles podríamos estar ayudando a reducir enormemente las barreras de información entre oferta y demanda de empleo multiplicando las oportunidades de nuestros trabajadores. Finalmente, Carlo Sala analiza cómo el big data y el machine learning están transformando el sector financiero. El foco del artículo se centra en determinadas aplicaciones de la banca y en ejercicios de fijación de precios. El autor concluye, que los datos masivos y el machine learning podrían convertirse en alternativas válidas a los métodos clásicos en finanzas cuantitativas y en muchas áreas de aplicación.