36 Informe económico y financiero #29 | A debate Los datos, como el petróleo, hay que refinarlos, pero son mucho más fáciles de obtener, más baratos de almacenar, no son un producto escaso y tienen múltiples usos y facetas. Nos encontramos en el umbral de la cuarta revolución industrial, que, como ocurrió con las tres anteriores, tiene el potencial de cambiar radicalmente nuestra forma de vida. Como también sucedió en las tres últimas revoluciones industriales, en la venidera hay un elemento único que es el principal impulsor del cambio. Piensa en internet, que fue el impulsor fundamental de la tercera revolución industrial. Considera cómo, con anterioridad, el petróleo permitió que una parte del mundo entrara en la era del consumo de masas entre finales del siglo xix y principios del xx. Antes incluso, el vapor puso en marcha la difusión de la máquina automática y empezó a sustituir a los trabajadores humanos en los lugares de trabajo durante el siglo xviii. ¿Cuál es el impulsor de esta cuarta revolución industrial? Los datos o, para ser más precisos, el big data. Pero, ¿cómo de ‘grande’ es el big data? Si bien no hay una respuesta definitiva a esta difícil pregunta, un análisis del Foro Económico Mundial muestra que, a finales de 2020, la cantidad de datos creada por los principales actores del sector (redes sociales, instituciones financieras, plataformas comerciales, medios de comunicación, por citar algunos) era de 44 zettabytes. Un zettabyte tiene 21 ceros, lo que equivale a 1.000 bytes elevado a 7. Un estudio de IBM calculó que en 2018 el mundo produjo 2,5 trillones de bytes cada día (2.500 seguido de 15 ceros). Una de las frases más habituales en los últimos años es que los datos son el nuevo petróleo, pero ¿por qué? En primer lugar, al igual que el petróleo, los datos son el principal impulsor de una revolución industrial. En segundo lugar, también como el petróleo, los datos hay De la búsqueda de personas diligentes a la valoración de opciones: cómo el big data y el machine learning están conformando el sector financiero Carlo Sala Profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade que refinarlos. De hecho, el valor intrínseco de un byte de datos es escaso, y es necesario manipularlo de forma adecuada para que sea utilizable. Pero los datos tal vez sean mejores que el petróleo. Son mucho más fáciles de obtener, más baratos de almacenar, no son un producto escaso y tienen múltiples usos y facetas. Esos datos no se habrían creado ni habrían sido distribuidos por todo el mundo sin la existencia de una robusta potencia de computación y una forma barata de almacenarlos. Además de los datos, la potencia de computación y la capacidad de almacenamiento están creciendo exponencialmente con los años. Piensa que la potencia de la CPU (siglas en inglés de unidad central de procesamiento) y la capacidad de almacenamiento del ordenador de navegación del Apollo (el software instalado en cada módulo de mando del Apollo y en su módulo lunar para controlar las primeras naves espaciales que aterrizaron en la Luna) y de la consola