42 Informe económico y financiero #29 | Book reviews Vivimos rodeados de información, desinformación, mensajes, cifras, series y datos con los que hemos de saber manejarnos en un entorno que, tras la eclosión digital, tiene más de jungla que de otra cosa. Un exceso que ha generado la misma sensación de pérdida de puntos cardinales que antes podíamos padecer por su contrario, por la falta de información. Además, la extracción y análisis masivos de datos son piezas clave para entender cómo funciona la economía –y no solo ella– en un mundo que vive transformaciones profundas. Hoy, en suma, es difícil hacerse una imagen real de la realidad sin un conocimiento razonable del análisis de datos y de algunas herramientas con los que les damos sentido, como es el caso de la inteligencia artificial o la estadística. A analizar las claves de esta última dedica Tim Harford su último libro, The Data Detective: Ten Easy Rules to Make Sense of Statistics. Este economista británico, nacido en 1973, es autor de una obra divulgativa que ha sido traducida en España –con algunas excepciones–, país donde además cuenta con una comunidad fiel de lectores de su columna en la edición de fin de semana del Financial Times, ‘The Uncover Economist’. Al igual que en libros previos como El economista camuflado ataca de nuevo: Cómo levantar (o hundir) una economía (Conecta, 2014) o 10 reglas para comprender el mundo: Cómo los números pueden explicar (y mejorar) lo que sucede (Conecta, 2021), Harford vuelve a mostrar su maestría a la hora de explicar de forma amena y rigurosa –y aparentemente sencilla– aspectos de la economía o las ciencias sociales que han solido ser menos populares por su aridez o dificultad. El caso de las estadísticas es bien interesante, y su eclosión en medios generalistas ha ido de la mano de una disponibilidad de datos que el autor revindica como uno de los grandes logros de las democracias. Todos tenemos en mente a los analistas de datos de los principales diarios, de los análisis que hacen y de las ocasionales polémicas que mantienen, algo mucho más infrecuente antes de la digitalización generalizada. Gracias a dicha disponibilidad y transparencia –características que, en su opinión, hay que vigilar y reforzar– no solo podemos hacer mejores políticas públicas y tomar The Data Detective Ten Easy Rules to Make Sense of Statistics Autor: Tim Harford Editorial: Riverhead Books, 2021 Por Antonio García Maldonado mejores decisiones, sino también medir el impacto y, además, explicar su pertinencia de forma mucho más persuasiva. Harford es, en este sentido, optimista respecto al valor de la propia disciplina para nuestras vidas colectivas en democracia. Y también para nuestra propia vida personal, ya que el interés principal del libro es dotarnos de un conocimiento suficiente de herramientas útiles para nuestro día a día en nuestro afán por desentrañar mejor el exceso de información. De ahí que el libro esté concebido para una audiencia amplia y que se apoye en historias divertidas para mostrar cómo las estadísticas pueden inducir a error, o cómo revelamos nuestros sesgos al interpretarlas desde lo que creemos que es una distancia epistemológica pura, o de qué manera nos influyen nuestras experiencias personales. También nos da a conocer gran cantidad de estudios estadísticos serios, y de cómo contribuyeron a mejorar nuestras vidas, como fue el caso de las mediciones de los efectos del tabaquismo. Según su analogía, debemos ver las herramientas estadísticas como los astrónomos conciben sus telescopios: una forma de aumentar y clarificar nuestra visión de algo que, a primera vista, parece borroso e indeterminado. Pese a su enfoque optimista –a veces entusiasta–, Harford huye de la tecnoingenuidad que en ocasiones se percibe en otros expertos y, junto a los reales y potenciales beneficios que menciona en relación a la lucha contra el crimen, la lucha contra la pobreza o los tratamientos médicos, habla de la cara B que, en muchas ocasiones, ha asomado cuando de innovaciones tecnológicas se trata: reforzamiento y profundización de sesgos por culpa de la inteligencia artificial, algoritmos que discriminan, big data con exceso de atención a lo cuantitativo en detrimento de lo cualitativo y humano… Realidades a atender y mejorar, pero que no tienen tanto que ver con las herramientas en sí como con el uso que le damos y los objetivos que nos imponemos. Un libro de utilidad práctica en un momento histórico de retos que se nos muestran en forma de estadísticas que debemos saber leer correctamente, ya sea respecto del cambio climático, la COVID-19, la reactivación económica o el futuro del trabajo ● El autor revindica la disponibilidad de datos como uno de los grandes logros de las democracias.