cultura / Pueblos sumergidos La Isabela (Guadalajara). Este real sitio, con sus calles en cuadrícula, palacio rectangular y medio centenar de casas, fue construido por Fernando VII allá por 1826. Desde en-tonces y hasta su desaparición, vivió tiempos de esplendor gracias al trajín de reyes y nobles que acudían “a tomar las aguas medicinales” de su balneario para alivio de males como la gota, el reuma o la epilepsia. Más tarde fue hospital y hospedería, pero no pudo resistir los rigores de la Guerra Civil ni el abandono, por lo que todos sus atractivos que-daron sepultados, en 1958, bajo las aguas del embalse de Buendía, el cuarto más grande de España. A consecuencia de la misma obra, también se anegó el pueblo de Santa Ma-ría de Poyos, a pocos kilómetros de Sacedón (Guadalajara). Mediano (Huesca). Al norte se divisan los Pirineos, Monte Perdido y Ordesa. Es la montaña oscense. Desde el pan-tano de Mediano, actualmente al 25% de su capacidad, solo se ve la torre de la iglesia de la Ascensión. Una cons-trucción del siglo XVII, bien de interés cultural, conocida como La Dama del Lago, que resistió inhiesta el impulso de las aguas del río Cinca. El pueblo desapareció en abril de 1969. Descubrir sus calles y la torre solo se puede hacer cuando la sequía lo impone o haciendo submarinismo. La Muedra (Soria). A 35 kilómetros de la capital so-riana, una inmensa mancha de agua (con 65 kilómetros de costa) se ha convertido en zona de esparcimiento, ocio y deportes acuáticos para los sorianos. El em-balse de la Cuerda del Pozo, en el curso del Duero, tam-bién es conocido como el de La Muedra, porque bajo sus aguas reposa el pueblo del mismo nombre que des-apareció en 1941. El embalse, con una capacidad de 250 hm3, suministra agua potable a Soria y Valladolid, ade-más de regadío. La sequía provoca que de las aguas asome el campanario de la vieja iglesia de San Antonio Abad y al-gunos restos del cementerio que estaba a una mayor altura. Mansilla de la Sierra (La Rioja).Entre la vieja Mansilla y la nueva solo hay 700 metros de distancia. A las orillas del embalse en el río Najerilla –en marcha desde 1960, aunque su proyecto empezó en 1935–, y ahora que la sequía se alarga en el tiempo, se ven lo restos de lo que fue un núcleo urbano de vital importancia ganadera en la comarca de las Siete Villas. Casas blasonadas, la iglesia y algunas calles han quedado al descubierto para disfrute de visitantes y locales. De 1900, con 600 habitantes se ha pasado a los 49 de la actualidad. Nada queda de un pueblo que tuvo 10.000 cabezas de ganado, pero también médico, farmacia, cuartel de la Guardia Civil y casa de las islas, lugar de reunión de los alcaldes de la comarca. Peñarrubia (Málaga). Si baja mucho el nivel de las aguas del pantano de Guadalteba, muy cerca del popular Cami-nito del Rey, asoman los restos de la iglesia y el cemen-terio de este pueblo desalojado en 1971 y que dos años después dejó de ser municipio. Y es que, literalmente, desaparecía del mapa. • cerca de 500 pueblos reposan en los fondos de pantanos y embalses