edificios con historia / La Muralla Roja La Muralla Roja Tenía Ricardo Bofill (Barcelona, 1939 -ibid., 2022) algo muy especial que traspasaba su oficio de arquitecto: un talento innato para convertir en realidad edificios soñados, en apariencia imposibles, así como una elegan-cia particular para no recrearse en sus éxi-tos, sino para mirar al futuro a través de nuevos proyectos y retos. Fue uno de los enfants terribles de la llamada gau-che divine barcelonesa: aquel oasis de creatividad y liber-tad surgido en los años sesenta, que agrupaba a cineastas, escritores, diseñadores, modelos, filósofos y arquitectos, como el propio Bofill, que por entonces también hizo sus pinitos como realizador con películas como Circles (1968) y Schizo (1970). Aquel grupo que, desde la Ciudad Condal, creyó que la cultura y el arte podían transformar la gris rea-lidad española del momento llevaba en su ADN la rebeldía y la transgresión. Y la arquitectura de Ricardo Bofill no iba a escapar a ello. De hecho, en 1963, fundaría su propio estudio, Ricardo Bofill Taller de Arquitectura, junto a cole- laberinto mediterráneo Ricardo Bofill (a la derecha, arriba) se inspiró en la arquitectura popular para plantear esta peculiar kasbah de patios intercomunicados por los que se acede a las viviendas.