Cuando llegaron los fenicios a Ibiza, en el año 800 a.C., se dieron cuenta rápido de que la isla escondía un tesoro a explotar: la sal. Los primeros indicios de aprovechamiento de sus salinas ya vie-nen de esa época hasta llegar hasta hoy, cuando la sal de Ibiza se ha convertido el gran producto gourmet de la Pitiusa, con una excelente cosecha de 68.000 toneladas en el último año. “La sal de Ibiza se nutre de agua marina única, hogar de la posidonia, rica en oligoelementos y minerales que complementan nuestra nutrición y son importantes para la salud del organismo y que no podemos encontrar en ningún otro alimento”, asegura Maria Antònia Amengual Comas, responsable del departamento de Sales Gourmet y Ecológicas de Salinera Española. No fue hasta 1878 cuando dos comerciantes de Mallorca fun-dan la Fábrica de Sal de Ibiza, lo que después sería Salinera Espa-ñola, el punto de partida para que este producto arrancara su explotación y adquiriera la fama internacional que hoy goza. Recreación de trabajadores de las salinas en Sant Josep de Sa Talaia. // Re-enactment of salt pan workers in Sant Josep de Sa Talaia.