En su poema Montevideo, Jorge Luis Borges definió la ciudad como si predijera el futuro: “Ciudad que se oye como un ver-so…”. Casi 100 años después (el poema es de 1925), Montevideo sigue siendo la misma, suspendida en el tiempo y encantada de poner en relieve el valor de su fértil pasado artístico y lite-rario. Ahí siguen las dulces aguas turbias del Río de la Plata y su inseparable Rambla por la que transitan montevidea-nos con su termo y su mate, librerías centenarias como Más Puro Verso (Sarandí, 675), cafés sin prisa como el Brasilero (Ituzaingó, 1447), que fue durante años la segunda piel de Eduardo Galeano, versos de Idea Vilariño (poeta determinante del siglo XX), Benedetti (una leyenda), la plaza Alfredo Zitarrosa (que universalizó el folclore uruguayo) o la placa en el edificio de Juan Carlos Onetti (Premio Cervantes). Esa inevitable inclinación literaria nos hace entrar en la El escritor y poeta Horacio Cavallo rebuscando entre las mesas de novedades de la librería Escaramuza. // Writer and poet Horacio Cavallo bowsing the new publication tables in Escaramuza bookstore. El Teatro Solís. // Teatro Solís.