POR TU SALUD ¿Cómo afecta a los hipermétropes? ¿Cómo afecta a los hipermétropes? ¿Cómo afecta a los miopes? ¿Cómo afecta a los miopes? ¿Por qué aparece? ¿Por qué aparece? ¿Qué es la presbicia? ¿Qué es la presbicia? ¿Se puede prevenir? ¿Se puede prevenir? ¿Cómo se puede corregir? ¿Cómo se puede corregir? ¿Cómo puedo conocer si soy apto para la operación? ¿Cómo puedo conocer si soy apto para la operación? Es muy habitual que, con el paso de los años, la vista empiece a fallar gradualmente y a mucha gente le cueste ver de cerca. Esta anomalía oftalmológica es conocida clínicamente como presbicia o vista cansada y consiste en la pér-dida paulatina de la capacidad de enfoque en distancia cortas. Afecta a todas las personas a partir de los 40 años de forma variable y nor-malmente progresa hasta los 60 años. Para entender esta condición debemos saber que, en estado de reposo, el ojo está normalmente adaptado para ver de lejos. Sin embargo, cuando se enfocan objetos cercanos, se genera un esfuerzo involun-tario de enfoque denominado acomodación. Este proceso se desencadena por el estímulo cerebral de enfoque cercano, que activa un músculo deno-minado ciliar que altera la forma del cristalino para que gane potencia de enfoque cercano. Con el paso de los años, el cristalino se endurece y el músculo del enfoque pierde la capacidad de aumen-tar esa potencia para visión, por lo que aumenta la necesidad de graduación de cerca y obliga al uso de gafas o lentillas. En el caso de que la persona usase previamente gafas de miopía, observará que necesita quitár-selas para ver de cerca. Esto se debe a que la miopía es un defecto que se puede tener desde la juventud y por el que se está desenfocado hacia cerca y solo se ve mal de lejos. Por ello, aunque el miope sufre igualmente pres-bicia y ya no ve bien con la misma gafa en todas las distancias, puede arreglarse quitándose las gafas para ver de cerca. Si no le resulta cómoda esa situación, puede recurrir a gafas o lentillas progresivas, o operarse. Los pacientes que no han usado gafas hasta los 40 años pueden no tener dioptría, se denominan emétropes, o tener dioptrías ocultas, se denomi-nan Hipermétropes. Los emétropes solo necesi-tarán gafa puntual de cerca, pero los Hipermé-tropes suman la presbicia y las dioptrías ocultas de lejos que se empiezan a manifestar simultá-neamente a partir de los 40-50 años. Por lo tanto, los Hipermétropes son personas que necesitan corrección de dioptrías tanto del lejos como de cerca. Son las personas que peor tole-ran la dependencia de gafas progresivas y lenti-llas; por lo que son los candidatos más idóneos para operarse y poder recuperar la independen-cia de gafa. Se trata de un proceso normal asociado al enve-jecimiento natural del ojo, por lo que la presbicia no se puede prevenir de ninguna manera. Sí que es verdad que intentar usar las gafas lo menos posible o poner menos graduación de la que se tiene puede hacer que nos acostumbremos menos a usar la corrección. Sin embargo, esta práctica puede conducir a dolores de cabeza o inflamación ocular por forzar la vista. Existen varias formas de ayudar al ojo a enfocar donde ya no puede hacerlo por la vista cansada: 1. Uso de gafas. Es el sistema más habitual de corrección óptica. Se pueden hacer gafas monofocales, ocupacionales o progresivas. Su principal inconveniente es la dependencia de estas, los problemas de adaptación y las limi-taciones para actividades de exterior. 2. Uso de lentillas. Son más compatibles con las actividades deportivas y estéticamente no se ven. Sin embargo, con la edad la tolerancia a las lentillas se pierde porque secan el ojo y puede no alcanzarse buena visión. 3. Operación con láser. Es similar al tratamiento para corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo y está recomendada para perso-nas entre 40 y 50 años que aún tienen algo de funcionamiento del cristalino. El paciente no necesitará gafas para ver de lejos, y obtendrá un mayor grado de visión de cerca, suficiente para el día a día. Sin embargo, no es una ope-ración definitiva y en el futuro se tendrá que intervenir con lente intraocular. 4. Operación con implante de lentes intraocula-res. Es la solución más definitiva ya que elimina el cristalino disfuncional mediante ultrasoni-dos y lo sustituye por una lente personalizada intraocular. Se recomienda esperar al menos a los 50 y tiene más ventajas colaterales como evitar el desarrollo posterior de catarata o mejorar el control de la tensión ocular. Esto se debe a que la catarata es el propio crista-lino que pierde transparencia en general por encima de los 60 años o aumenta la tensión ocular por el incremento en su tamaño. La intervención es similar a la de catarata, pero los riesgos y la inflamación menor, porque aún el cristalino no se ha endurecido tanto. Puede solicitar una consulta presencial para eva-luar la graduación y la mejor solución para su caso. Se realizan escaneados de alta resolución del ojo para programar la intervención y se apoya en inteligencia artificial para el diseño de la lente intraocular.