Uno los riesgos a los que se expone nuestra salud en verano, con la llegada de las altas temperaturas, es el del golpe de calor. Este trastorno puede ser muy peligroso, incluso costarnos la vida, por lo que es muy importante saber qué es, cómo evitarlo, cómo detectar cuando se produce y qué hacer en ese caso. Diferenciar insolación y golpe de calor Diferenciar insolación y golpe de calor Cómo evitarlo Cómo evitarlo Síntomas de un golpe de calor Síntomas de un golpe de calor Cómo actuar Cómo actuar POR TU SALUD Bero-kolpearen arazoetako bat da oso azkar agertzen dela, ordubete eta 6 ordu bitartean, eta arin-arin eboluzionatzen duela Lo que produce un golpe de calor es un fallo general de varios órganos debido al aumento de temperatura en nuestro cuerpo y la incapacidad de éste para bajarla. Es como una especie de infarto producido por el calor. En condiciones normales, se estima que nuestro organismo debe estar a una temperatura cercana a los 37°C. Si, por el motivo que sea, se alcanzan los 40°C durante un tiempo continuado, corremos el riesgo de no ser capaces de bajar esa temperatura y que se produzca un colapso. El sudor, la transpiración, nos sirve para regular la temperatura en nuestro cuerpo, pero a determi-nados niveles la sudoración no se produce. Los golpes de calor son más frecuentes en personas de avanzada edad y, normalmente, con alguna patología previa. Una de las claves para evitar sufrir este trastorno es mantenernos hidrata-dos, y las y los mayores tienen tendencia a beber menos agua. También los más pequeños y pequeñas, que no han desarro-llado del todo su sistema respiratorio, son un sector de riesgo. Otro de los grupos susceptible de padecer un golpe de calor son las personas deportistas. El aumento de la temperatura corporal por la actividad física, unido al de un ambiente de mucho calor, es una mezcla muy peligrosa. Por eso, en verano es especial-mente importante tener cuidado a la hora de practicar deporte. Las personas que sufren algún tipo de enfermedad que les impida reaccionar en caso de sufrirlo, o quienes trabajan al aire libre expuestos a altas temperaturas, también corren el riesgo de padecer un golpe de calor. Las altas temperaturas pueden hacer que nues-tro cuerpo reaccione en diferentes grados. Una insolación leve se produce cuando el calor nos causa malestar, sensación de mareo, hace que la piel se ponga roja y nos baja la tensión, hasta el punto de que podemos sufrir una lipotimia o desmayo. En este caso debemos quedarnos en la sombra, en un lugar lo más fresco posible, y tumbarnos con los pies en alto hasta recuperar-nos. Es importante también beber agua. El golpe de calor es mucho más grave porque el aumento de temperatura afecta a nuestros órganos internos. Aquí se incluirán otro tipo de síntomas ante los que tendremos que llamar a urgencias. La prevención es fundamental. En verano, igual que debemos proteger nuestra piel del sol, tene-mos también que evitar la exposición a altas tem-peraturas. No te expongas al sol de manera prolongada y evítalo totalmente en las horas centrales del día, entre las 12h y las 17h aproximadamente. Utiliza ropa ligera, que transpire y con colores cla-ros, y usa gorras o sombreros para cubrir la cabeza, así como gafas de sol. Esto evitará el aumento de temperatura y, además, te servirá para proteger tu piel y ojos. Si sientes cansancio o sensación de mareo, acude a un lugar con sombra o con aire acondicionado. Los abanicos también pueden ayudar. Mantente hidratado. Bebe mucha agua y aumenta el consumo de frutas y verduras. Evita la cafeína y, sobre todo, las bebidas alcohólicas. Evita realizar actividades físicas que supongan mucho esfuerzo, especialmente en las horas cen-trales del día. En los días de “ola de calor”, ten un cuidado especial con las y los niños y ancianos, para man-tenerles en un lugar fresco y bien hidratados. Uno de los problemas del golpe de calor es que aparece de manera muy rápida, entre 1 y 6 horas, y que evoluciona a gran velocidad, por lo que puede resultar fatal en menos de 24 horas. Por ello es importante detectar cuándo se está produ-ciendo un golpe de calor y actuar rápidamente. Algunos de los síntomas que produce un golpe de calor son: Dolor de cabeza. Mareo, confusión y/o desorientación. Dificultad para hablar. Tener mucha sed y falta de apetito, sentir náu-seas. Calambres en piernas y brazos. Pulso acelerado e hiperventilación. Falta de sudor. En el caso de las niñas y niños, sobre todo los más pequeños, pueden quedarse como abatidos e incluso parecer que estén dormidos. Una reacción rápida cuando se produce un golpe de calor puede marcar la diferencia. Los primeros auxilios son fundamentales, pero si los síntomas persisten después de 20-30 minutos, debemos llamar a urgencias. Situarse en un lugar fresco, con los pies en alto, lejos de fuentes de calor. Si es posible, mojar a la persona bien sea con una manguera, paños con agua fresca o en una bañera. También puedes colocar bolsas de hielo o algún paquete del congelador alrededor del cuello o bajo los brazos, en las axilas. Dar de beber agua, a no ser que la persona esté inconsciente, porque entonces podría aho-garse. Puede ser agua fría pero no demasiado, para evitar que el cambio brusco de tempera-tura produzca calambres en el estómago. Si la persona pierde el conocimiento y deja de respirar, necesitarás realizar una reanimación cardiopulmonar.