67 MILLONES DE NIÑOS SIN VACUNAS Las vacunas salvan cada año la vida de 4,4 millones de personas y, sin embargo, 1 de cada 5 niños en el mundo carece todavía hoy de acceso a las mismas. Un fenómeno que, a pesar de los crecien-tes esfuerzos por extender la inmunización, apenas ha experimen-tado avances en la última década y que la pandemia ha agravado, haciendo que 67 millones de niños no hayan recibido entre 2019 y 2021 las vacunas que precisaban, 48 millones ni siquiera una dosis. avanzando por ti IMQ SOLIDARIO Desde 1980 UNICEF publica un informe anual sobre el Estado Mundial de la Infancia (EMI) que constituye el análisis más com-pleto sobre los factores y dificultades que afectan hoy a los niños y niñas en todo el mundo. Este 2023 el informe se ha centrado en la problemática de la inmunización con un preocupante balance: 1 de cada 5 niños en el mundo no ha recibido las vacunas nece-sarias. Se da la circunstancia de que la pandemia ha agravado aún más la situación. 67 millones de niños y niñas en todo el mundo se quedaron sin inmunizar, total o parcialmente, entre 2019 y 2021 como consecuencia de la presión sufrida por los sistemas de salud, el desvío de recursos hacia la vacunación contra la COVID-19, las medidas de confinamiento y la escasez de personal sanitario. Si en 2019 el porcentaje de niños que no recibieron vacunas era del 19,1% en 2021 alcanzó el 25%. Esta situación ha hecho que muchos niños estén actualmente desprotegidos frente a enfermedades prevenibles graves y obliga a muchas familias a convivir con la angustia y sobrecarga añadida que implica un hijo enfermo o discapacitado. Ha hecho también que se hayan incrementado enfermedades antes más controla-das como el sarampión o la poliomielitis. Se observa, por otro lado, que la percepción de la opinión pública sobre la importancia de las vacunas infantiles ha disminuido peli-grosamente durante la pandemia en 52 de los 55 países analiza-dos por el Informe, entre ellos España donde la confianza en las vacunas ha caído 8 puntos porcentuales (de 96,5% a 88,6%). No todo ha sido negativo. La pandemia ha contribuido también a cambiar el panorama en el desarrollo de vacunas, agudizando la innovación, el desarrollo tecnológico y la inmunización contra el COVID a gran escala y permitiendo agilizar los tiempos de pro-ducción y llegada al mercado, así como una mejora en las cade-nas de suministro, que podría seguir sirviendo de acicate para el resto de vacunas. Algo especialmente necesario si tenemos en cuenta que las circunstancias pueden verse agravadas por el cambio climático y el incremento de la globalización, exponiendo a la población mundial a nuevas pandemias. Principales afectados Las mayores carencias en vacunación infantil actuales afectan a las comunidades con más dificultades de acceso, más pobres y marginadas, muy a menudo afectadas por la desigualdad y los conflictos bélicos y ubicadas en países de ingresos bajos y medios, donde aproximadamente 1 de cada 10 niños y niñas en las zonas urbanas y 1 de cada 6 en las zonas rurales no ha recibido ni siquiera una dosis de las vacunas más básicas, lo que se deno-mina cero dosis. Paliar esta problemática requeriría, según UNICEF, reforzar los servicios sanitarios, especialmente la atención primaria, así como proporcionar a los trabajadores sanitarios de primera línea, gene-ralmente en condiciones muy precarias, los recursos y apoyo que necesitan dando prioridad a la financiación de la inmunización. Enfermedades, plagas y epidemias han acompañado desde siem-pre la historia de la humanidad, no siendo hasta la aparición de las vacunas cuando se ha podido atajar sus efectos y favorecer el curso de la supervivencia, permitiendo a los niños crecer sanos y alcan-zar su máximo potencial. Las vacunas sirven, además, de apoyo a las familias y benefician la salud de la comunidad en general, sal-vando la vida cada año a 4,4 millones de personas y constituyendo una de las intervenciones de salud pública más eficaces y también rentables. No en vano, por cada dólar invertido en vacunación el retorno es de 26 dólares. Cada año UNICEF lsuministra vacunas a casi la mitad de los niños y niñas del mundo (en torno a 1.000 millones). Trabaja en más de 100 países para adquirir y distribuir vacunas, mantener los suministros a salvo y garantizar el acceso incluso a las familias más difíciles de alcanzar. Es, de hecho, el mayor proveedor de vacunas del mundo, distribuyendo todos los años más de 2.000 millones de dosis de vacunas en 146 países y territorios. Vacunación en Euskadi En Euskadi, al igual que en el resto de comunida-des, la protección infantil ha sido reforzada este año con la vacuna del meningococo B. También se ha ampliado la de la gripe a menores entre 6 meses y 5 años, se ha añadido una dosis adicional de polio a los 6 años y se ha extendido por pri-mera vez la del papiloma a menores de 12 años, tanto niñas como niños. Además, las personas que cumplan 65 años en 2023 podrán vacunarse contra el herpes zóster. Las vacunas que ya incluía el calendario son las de poliomielitis (VPI), Difteria, tétanos, tosfe-rina (DTPa, dTpa, Td); Difteria, tétanos, tosferina (DTPa, dTpa, Td); Sarampión, rubeola y parotiditis (triple vírica, TV); hepatitis B (HB) y varicela (VVZ). IMQ dispone de tres centros concertados con Osakidetza para poder administrar las diferentes vacunas del calendario infantil vasco: el centro médico IMQ Colón en Bilbao, el de Amárica en Gasteiz y el de Zurriola en Donosti. Dentro del convenio de colaboración que IMQ viene mante-niendo con UNICEF España desde 2006 para apoyar la salud de la infancia más vulnerable, promover la vacunación infantil ha sido siempre un objetivo prioritario. Además de contribuir con una aportación corporativa anual como compañía, IMQ creó hace ya 17 años IMQ Solidario, póliza que, desde tan solo 1 euro al mes, ofrece a nuestros asegura-dos la posibilidad de apoyar la estrategia global de UNICEF en salud, a favor del derecho de los niños y las niñas en todo el mundo a crecer sanos y poder desarrollarse plenamente. Así, este apoyo se destina a, por ejemplo, prevenir enferme-dades como la neumonía, la diarrea y el paludismo, garantizar la salud materna o luchar contra la desnutrición infantil, que sigue siendo una de las principales amenazas para la supervi-vencia y el crecimiento de millones de niñas y niños. Además, la estrategia de UNICEF también pone el foco en el desarrollo de programas de inmunización en más de 100 países, inclu-yendo la adquisición de suministros y de material esencial como refrigeradores que garantizan la cadena de frío de las vacunas durante su transporte. Con una aportación mínima de 12€ al año que un cliente de IMQ Solidario puede donar, UNICEF puede vacunar 20 niñas y niños contra la polio. Un gesto tan sencillo como valioso que suma, y es que gracias a la cantidad movilizada por IMQ y de todos sus clientes en los últimos años, UNICEF ha podido, por ejemplo, suministrar vacunas a 716.576 niñas y niños contra esta enfermedad. Isidro Elezgarai presidente de UNICEF Comité País Vasco ha señalado que «cada contribución puede marcar la diferencia en la vida de la infancia más vulnerable y, por ello, agradece-mos a IMQ y todos sus clientes su apoyo para seguir haciendo posible que miles de niñas y niños en todo el mundo tengan acceso a una atención sanitaria de calidad». Cooperar con UNICEF y sus fines forma parte del compromiso social solidario de IMQ con una labor que sigue, desgraciada-mente, siendo muy necesaria en el mundo. Un mundo en el que los niños y niñas sufren de manera especialmente dolorosa las consecuencias de la injusticia, los conflictos, la enfermedad y el hambre.