Ana es una joven bilbaína que ha confiado en la profesio-nalidad del equipo médico de la Clínica IMQ Zorrotzaurre para someterse a una gastrectomía vertical, una interven-ción que consiste en la extirpación parcial del estómago por parte del cirujano, con el objetivo de lograr una dismi-nución del peso corporal y la mejora de la calidad de vida del paciente. Aunque confiesa que al principio tuvo reticen-cias y sintió incertidumbre, sobre todo respecto al proceso postoperatorio, «ya que había oído que era duro», ahora se encuentra «fenomenal y todo ha ido mucho mejor de lo que esperaba». Nos cuenta entre risas que, a veces, incluso piensa que no le han llegado a operar. «ESTOY TAN BIEN QUE, A VECES, PIENSO QUE NO ME HAN OPERADO» Ana. Clienta IMQ EN PRIMERA PERSONA / CLIENTA IMQ ¿Cómo describirías tu experiencia en cuanto al trato recibido durante tu estancia en la Clínica IMQ Zorrot-zaurre? Desde el primer día me sentí muy bien y arropada. Estuve ingre-sada durante seis días y, sin duda, lo más reseñable fue el trato humano de los profesionales, no solo por parte del cuadro médico, sino de todo el personal de la clínica. Sabía que iba a entrar a un quirófano, y en momentos así, aprecias la cerca-nía, la empatía y el calor humano. Las auxiliares se portaron fenomenal. El equipo de enfermería fue sublime. Las chicas de la limpieza eran majísimas, e incluso las personas de recepción o el celador que me llevó hasta el quirófano me trataron muy bien. Siempre que necesitaba algo, estaban ahí para mí. ¿Tuviste claro desde el principio que te someterías a la operación en IMQ Zorrotzaurre? Sí. Es cierto que tuve ciertas reticencias y me preocupaba sobre todo el postoperatorio, pero todo ha ido muy bien y me encuentro fenomenal. De hecho, en unos días voy a incorpo-rarme ya al trabajo otra vez. ¿Hubo algún profesional que te marcara especialmente? La verdad es que sí. Tenía un enfermero por la noche que era la bomba. Era el que me administraba el tranxilium y me da pena no recordar su nombre, porque era gloria bendita. Muy simpático y profesional. ¿Cómo es el proceso postoperatorio y el seguimiento de tu evolución? Estando en la clínica, todos los días me visitaba el cirujano, el Dr. Gaizka Errazti, o una persona de su equipo, para com-probar que evolucionaba favorablemente y para controlar mi alimentación, que es lo más importante después de una ope-ración de este tipo. Después de que me dieran el alta, tuve una consulta con la Dra. Heras, para establecer las pautas de alimentación que debía seguir en casa. Hace unos días volví a tener una llamada telefónica con ella, de seguimiento, y la próxima semana volveré a tener consulta con el cirujano. ¿Fue esta tu primera experiencia en IMQ o eres asegu-rada desde hace tiempo? Soy asegurada casi de toda la vida, primero a través de una póliza conjunta con mis padres, y después, por mi cuenta. Tuve que cambiar de aseguradora durante un tiempo, pero des-pués volví a IMQ junto a mi marido. También tengo grandísi-mos recuerdos de mis dos partos, hace ya años, en la antigua Clínica Vicente San Sebastián, en los que fui atendida por dos grandes profesionales, los Dr. José María Herrazti y el Dr. Gue-vara, y por su equipo. ¿Qué es, entonces, lo que más valoras de nuestro seguro médico de salud? La rapidez en la atención de las especialidades y en la realiza-ción de pruebas médicas complementarias, junto con la posi-bilidad de elegir a tu propio médico, algo muy importante que transmite confianza y seguridad.