SIEMPRE EN VANGUARDIA Arrancaba enero de 1949 con dos hechos históricos: Harry S. Truman juraba su segundo mandado como presidente de los EE UU y las tropas comunistas ocupaban la ciudad de Pekín. El mundo comenzaba a cambiar, aún estaba muy presente el fin de la II Guerra Mundial, y España ansiaba con tomar algo de impulso tras años de necesidad y poco futuro. El tren era casi la única esperanza hacia el cambio, entre una ciudad y otra, entre lo rural y la incipiente vida urbana. La línea de ferrocarril de Villalba a Medina del Campo, con paso por Segovia, atravesaba la sierra de Guadarrama, conectando la meseta norte con la meseta sur. Parte de este tramo fue electrificado en 1944, lo que permitió reducir los tiempos y mejorar la comunicación. Conectaba localidades como Fuente-Olmedo, Ausin, Hontanares de Eresma, Navas de Riofrío, Cercedilla, San Rafael, El Espinar, Alpedrete... En 1993, la aparición del Cercanías y la poca afluencia de público obligó a su cierre. Hoy una vía verde recuerda su espíritu de cambio, de lucha por una mejor vida.