La Ruta del Vino Montilla-Moriles recorre el centro y sur de Córdoba, con paradas en los 17 pueblos, 13 bodegas y tres lagares que integran la Denominación de Origen. Con la colaboración de Turismo de Andalucía Una viaje por el origen del vino Montilla-Moriles Tierra de caldos como Pedro Ximénez o toda la gama de finos, la Denominación de Origen Montilla-Moriles merece descubrirse a través de sus bodegas y lagares con paradas en los 17 municipios que la integran, en el corazón geográfico de Andalucía, el centro y sur de la provincia de Córdoba. club+renfe para CÓRDOBA Seguir leyendo A finales de agosto comienza la época de la vendimia en la Denominación de Origen Montilla-Moriles El vino es el más claro ejemplo de la perfecta mezcla entre tradición y calidad en la gastronomía cordobesa. Ya desde antiguo, en el sur de Córdoba, se cultivaban vides y se producían vinos. Siendo reconocidos en tiempos de los romanos como excelentes caldos de la tierra, dignos de ser apreciados en la buena mesa. Como los vinos de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, que constituyen un mundo aparte dentro del universo de la enología y que se han convertido en patrimonio exclusivo de un marco que no puede trasladarse a ningún otro rincón de España. Los orígenes de estos vinos se remontan a la llegada a España de las primeras civilizaciones mediterráneas de helenos y latinos, gozan de fama internacional y son fundamentales en la gastronomía cordobesa. Pedro Ximénez, en su entorno Los tipos de vino que se elaboran en la D.O.P. proceden en su mayoría de la variedad principal, la uva Pedro Ximénez, con una gama amplia de más de 12 productos. Entre ellos, los vinos sin crianza, los vinos Joven y de Tinaja, frescos y apropiados para los menos iniciados; vinos de crianza biológica bajo velo de flor, los vinos Fino, Amontillado y Palo Cortado, joyas de la enología y que únicamente se consiguen en las extraordinarias condiciones edafo-climáticas del Valle del Guadalquivir; el vino Oloroso de crianza oxidativa y el vino dulce Pedro Ximénez, elaborado con uvas pasificadas al sol de la variedad que le da nombre. Paisajes, pueblos, bodegas y lagares Las bondades del vino Montilla-Moriles se pueden conocer a través de una ruta por el corazón de Andalucía, el lugar donde nace esta joya natural, que desde finales de agosto vive su conocida vendimia. La Ruta del Vino Montilla-Moriles está integrada por los municipios de Aguilar de la Frontera, Córdoba, Fernán Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor, Montilla, Moriles, Puente Genil, Santaella, Montalbán, Monturque, Baena, Cabra, Espejo, Doña Mencía y Castro del Río, municipios de la Campiña Sur cordobesa que, junto con la capital, despliegan un rico patrimonio cultural, histórico, artístico, gastronómico y de ocio, con el vino también de protagonista. Aquí se puede observar un flamenco volando entre viñedos y olivares, conocer cómo se doma un tonel a base de fuego o ver la crianza del vino bajo el velo de flor. La Ruta del Vino Montilla-Moriles es todo eso y mucho más. Su red de alojamientos ofrece singulares espacios para el descanso: casas rurales, fincas, hostales y lagares que ofrecen catas de vino a los huéspedes. Y después, hacer una visita en alguna de las bodegas y lagares de la zona como Toro Albalá, Luque, Alvear, Cruz Conde, Lagar Blanco, San Acacio... En todas ellas, además de visitar sus instalaciones, se pueden realizar catas, degustaciones, comidas maridadas y paseos entre los viñedos ecológicos. Esta ruta también ofrece paradas en plena naturaleza, como los miradores de la Campiña en Montemayor, junto al castillo de los Duques de Frías, y el mirador panorámico del cerro de Don Juan, cerca de Montilla. Vistas a unos viñedos, olivares y tierras fértiles que bordean unos bellos pueblos blancos. Si la visita se ha quedado corta, habrá que ir al Museo del Mosto de Moriles, el Museo Cultural del Vino y la Vid en Aguilar de la Frontera, o el Centro de Arte Contemporáneo y Vino Envidarte en Montilla.