La Comercial Hotel W Boardriders Librería Fahrenheit 451 Baluard La Comercial Hotel W No hay en esta boutique un solo objeto que sea impres-cindible para la vida diaria; sin embargo, las estante-rías destilan felicidad y hedonismo. Cada uno de los ítems ha sido seleccionado conforme a un destino ele-vado: hacer feliz a su comprador. El culto al capricho se celebra en las camisas de Paul Smith, los vestidos de Isabel Marant, el mundo wunderkammer de John Derian, la cerámica de Astier de Villatte o las alpargatas de Castañer. Una selección mediterránea, refinada y con un punto de ironía británica. Rosa dels Vents, 1. lacomercial.info Boardriders El cielo de los surfistas debe ser algo así: 400m2 dedi-cados a todos sus gadgets y una gran terraza con vis-tas al mar. El otro deporte venerado aquí es el skate, con una impresionante selección de tablas. Es habi-tual ver a algún rider —Jéremy Florès, Aritz Aranburu, Javier Mendizábal— probando el equipamiento de su patrocinador. Los encuentros de tarde los ameni-zan los DJs de Nasty Mondays. El local forma parte de Boardriders, una fundación californiana que educa en la protección de los océanos. Plaza del Mar, 1-4. boardriders.com Librería Fahrenheit 451 El local de Negra y Criminal, templo de la literatura noire que cerró en 2015, tiene el mejor heredero posible en el equipo de la Fahrenheit, punto de encuentro de los veci-nos del barrio. Nacieron como una librería motorizada e itinerante (un book truck), pero se han asentado en el corazón de la Barceloneta. Sus fundadores, el malague-ño Sergio Lledó y la bosnia Azra Ibrahimovic, priorizan los títulos de editoriales independientes y las rarezas desca-talogadas, programan actividades culturales y creen en la lectura como un modo de conocer el pasado, com-prender el presente y encarar con alegría el futuro. Calle de la Sal, 5. Baluard Los Bellsolà presumen de ser ya la cuarta genera-ción de panaderos —desde 1892— que mima este producto sagrado, con hornos de leña de casi tres metros, las mejores harinas y levaduras madre pre-miadas que se cuidan como un miembro más de la familia. Anna, la heredera, solo aspira a “mante-ner siempre el entusiasmo por elaborar un pan que seduzca y estar a la altura del trabajo que hacían mis abuelos Robert y Pilar, un símbolo de humanidad y sabiduría”. Tienen editado un libro con algunas de sus recetas más emblemáticas, como el brioche de mantequilla, el Camperol o el Barceloneta. Baluard, 38. baluardbarceloneta.com