Carlos Monserrate Director de Transformación en Talent Solutions Gestionar el relato vivido por la organización, lo que llamamos el “storytelling de pasillo”, es un elemento imprescindible para activar el compromiso y para conectar a los profesionales con el propósito de la empresa. Cada vez son más las compañías que están gestionando un proceso de transformación. En los kick-off de estos proyectos suele haber un “claim” más o menos motivador, un montón de transparencias explicando cómo se va a desarrollar el proyecto, inevitablemente un Excel o su hermano más glamuroso, el Power BI, y una llamada al compromiso de todos. La preocupación tiende a ser “que la gente tenga claro lo que tiene que hacer”, que el lóbulo izquierdo del cerebro reciba toda la información que necesita para operar. “Si saben lo que hay que hacer, lo harán”, pero no lo hacen. Tenemos una obsesión especial por presentar y monitorizar un proyecto claro, bien estructurado, con sus KPIs, sus hitos y su modelo de gobierno, y no prestamos atención al elemento diferencial para que las personas realmente se comprometan con el propósito de la empresa: EL RELATO. Si la cultura se come a la estrategia para desayunar, el relato de pasillo la aniquila en minutos. ¿POR QUÉ ES CRITICO EL RELATO VIVIDO, EL STORYTELLING DE PASILLO? Porque no somos un homo sapiens, somos un homo narrador. Nuestro cerebro, tal como afirma el psicólogo Jonathan Haidt, no es un procesador lógico, es un “procesador de narraciones”. Necesitamos narraciones, historias, para entender el mundo, encontrar sentido y entendemos a nosotros mismos. BÁSICOS PARA GESTIONAR UN RELATO CORPORATIVO QUE ACTIVE EL COMPROMISO Una misión épica que conecta con el propósito de las personas, con lo que los profesionales realmente quieren y necesitan lograr, evitar o llegar a ser. Conectar con lo que para ellos y ellas satisface su aspiración y da sentido a su vida. Lograr “un mejor yo” / “un mejor nosotros”. Hay muchos propósitos posibles, depende de las situaciones, pero hay patrones. • Killers: el propósito será ganar. • Achievers: el propósito será la reputación y el reconocimiento. • Explorers: se activan con la posibilidad de crear, innovar, evolucionar. • Socializers: motivados por la interacción y la relación. CLAVE: ENTENDER A LOS PROFESIONALES Y GENERAR UN “ES PARA Mí”/ “ES PARA NOSOTROS” El profesional es el protagonista, no el recurso necesario. Implica demostrar que conocemos su día a día. Es muy habitual lanzar los proyectos centrándonos en datos sobre lo que pasa en el mercado, lo que la empresa necesita o quiere lograr y en lo que los profesionales tienen que hacer. Así podemos utilizar a la inteligencia artificial, pero no activar el compromiso de las personas. CLAVE: DEMOSTRAR QUE SE CONOCEN LOS PAIN POINTS O DIFICULTADES QUE TIENEN Y VAN A TENER Y GENERAR UN “SABEN LO QUE NOS PASA” / “LO QUE NECESITAMOS” Foco en el relato que los equipos van a generar. Foco en lo que van a contar que les está pasando, y esto requiere desplegar completamente un entorno gamificado en el que los profesionales reciben reconocimiento, ayuda, recompensas, visibilidad, sorpresas, premios, celebraciones y, sobre todo, se divierten, tienen experiencias positivas y por eso lo cuentan. CLAVE: ¿QUÉ VAN A CONTAR EN SU CASA QUE LES PASA EN EL TRABAJO?