como el Nuevo de Sucre, en el centro. Obligadas son además las sal-teñas, o empanada rellenas con guiso de pollo o carne. Existen loca-les especializados por toda la ciudad que las sirven por la mañana, al igual que los horneaditos del café de la tarde: cuñapé, empanada de queso, masaco de plátano o yuca o emapana de arroz. También tiene personalidad propia la moda local, que “incor-pora la cultura tradicional cruceña y de las misiones”, en pala-bras de la diseñadora Claudia Mercado. Sus bolsos, pendientes, colgantes o gargantillas están inspirados en las formas, colores y texturas de las zonas rurales. Bastante más allá de su tienda está el parque Güembé, que homenajea la biodiversidad boliviana en su mariposario. En este país, incluso la artesanía está comprome-tida con el medio ambiente, como demuestran los objetos talla-dos de la organización Kirah Design, que son sostenibles y sirven para generar empleo. “Transformamos desechos rescatados de madera del [árbol autóctono] morado para obtener diseños úni-cos”, afirma su fundadora, Gabriela Flores. Su filosofía es crear conciencia ecológica. Y van por buen camino.