Green Life hacia un nuevo modelo constructivo ¿Cuánto consume su coche? Muchos conductores conocen la respuesta a esta pregunta, pero si cambiamos coche por casa, el nivel de respuesta sería muy inferior: ¿cuánto consume su vivienda en climatización? Texto: Raúl Alonso / Fotos: iStock Seguir leyendo Seguir leyendo Los edificios passivhaus, que tienen un coste energético muy bajo, reducen las necesidades de calefacción y refrigeración en el 75% Arquitectura sostenible C onstruir de forma eficiente ya no es una opción, es una obligación para el promotor, que además desde 2013 debe informar al comprador del nivel de eficiencia de la vivienda. Sin embargo, pocos compradores españoles analizan su elección desde esta perspectiva, incluso en un momento como el actual en el que el precio del ki-lovatio hora se ha convertido en conversación de ascensor. Según datos del Ministerio para la Transición Eco-lógica, el parque de edificios español consume en la actualidad el 30% de la energía final. Sin embargo, en el mercado ya existen estándares de construc-ción que aseguran ahorros en los consumos del 60%, y algunos modelos se acercan a la quimera de la vivienda autosuficiente. ¿Cómo? “Los edificios passivhaus reducen en el 75% las necesidades de calefacción y refrigeración”, se explica desde la Pla-taforma Edificación Passivhaus que difunde el mo-delo en España: “Y la poca energía suplementaria que requieren se puede cubrir a partir de energías renovables, convirtiéndose en una construcción con un coste energético muy bajo para el propietario y el planeta”. Pese a la obligatoriedad de ecoeficiencia, ya vi-gente, para la vivienda de nueva construcción, los avances siguen siendo menos ambiciosos de lo es-perado. Razón por la que desde la ONU se insta a acelerar el proceso. “Hay que transitar hacia un sec-tor de edificios y construcción bajo en carbono que ralentice el cambio climático y genere importantes beneficios para la recuperación económica, por lo que debería ser una prioridad clara para todos los gobiernos”, según Inger Andersen, directora ejecu-tiva del Programa de ONU para el Medio Ambiente. Así serán las casas del futuro La eficiencia energética es solo una parte, aunque vital, de un proceso más complejo y ambicioso que pretende transformar de un modo más radi-cal la industria de la construcción y el concepto de hogar. Las propuestas asociadas a la bioconstruc-ción, como los modelos de ecovivienda o diseño bioclimático, resurgen con fuerza con una visión más posibilista y transformadora que pocos lustros atrás. En ese sentido, el sector de la construcción y la promoción asume como propias algunas de sus señas de identidad, avanzando hacia soluciones constructivas más respetuosas con el medio am-biente y la sostenibilidad. Se apuesta por materiales naturales y locales, que precisan poca energía en su fabricación y transporte para reducir al mínimo la emisión de CO2, pero además deben ser saluda-bles, libres de toxicidad, perdurables en el tiempo y reciclables sin alterar el medio, incluso permitiendo la biodegradación. Es así como materiales como la paja y el barro se reivindican en España y el Sur de Europa, de mo-mento mayoritariamente en la construcción de viviendas unifamiliares, impulsados por organiza-ciones como Red de Construcción con Paja, que ya suma en su censo más de un centenar de viviendas de nueva planta. Más espectacular es la recuperación de la madera, material de moda en el norte de Europa y Améri-ca. Cuenta con hitos como el rascacielos noruego Mjøstårnet de 18 plantas, o el edificio de apartamen-tos de Chesa Futura. En este último, el arquitecto Norman Foster asegura haber utilizado técnicas de construcción tradicionales en madera de alerce de la región suiza de Sankt Moritz, donde se ubi-ca, para crear la casa del futuro. Un renacimiento similar vive la recuperación del bambú en Asia. Y en todo el mundo se levantan fachadas vivas vege-tales para combatir el calentamiento global. Estos recubrimientos funcionan como una segunda piel del edificio para favorecer una climatización natural al tiempo que se minimiza la huella de carbono del inmueble. El ideal de construir una vivienda cercana a la au-tosuficiencia energética debe ser una realidad a mediados del siglo XXI; mientras, la arquitectura aprovecha ese impulso para aprender a convivir de modo más respetuoso con el medio ambiente, configurando un nuevo modelo constructivo.