Gurú Francisco Javier Doblas-Reyes “El cambio climático se expresa de manera distinta en cada región” Seguir leyendo Seguir leyendo Seguir leyendo BBVA, con la sostenibilidad “E l gran informe científico sobre cambio climático responsabiliza a la humanidad del aumento de fenómenos extremos” (El País). “Los expertos de la ONU zanjan el debate: no hay dudas de que el cambio climático es causado por el hombre” (ABC). “Que el futuro será caluro-so, es una certeza” (New York Times). El pasado 9 de agosto la prensa resumía así, en sus titulares de portada, los resultados del informe del Grupo de Trabajo I del IPCC, Cambio climático 2021: Bases físicas, presentado el día anterior y elaborado por 234 expertos de 66 países. Entre ellos está el equi-po español formado por 15 expertos coordinados por Francisco Javier Doblas-Reyes, responsable de la redacción del capítulo 10 y del Resumen para Decisores. ¿Qué certezas deja el sexto informe del IPCC respecto al cambio climático? La primera es que el cambio climático que está te-niendo lugar en este momento no tiene precedentes en los últimos miles de años. La segunda es que el calentamiento que se está observando ahora, y que se prevé para el futuro, es de manera inequívoca debido a la acción humana. No hay ningún proceso natural que lo pueda explicar. La tercera es que el cambio climático está teniendo lugar ahora con dis-tintas expresiones en todas las regiones del planeta. En algunas zonas, debido a cambios en la frecuen-cia de los ciclos tropicales; en otras, al aumento de sequías y de precipitaciones intensas, como ocu-rre en la zona del Mediterráneo, o en el caso de los océanos, por la acidificación, la subida del nivel del mar y el calentamiento de sus capas superiores. ¿Qué novedades destacaría de este último in-forme? Uno de los aspectos más novedosos es que propor-ciona fuentes e información a escala regional sobre el cambio climático, no solo en el presente sino en el futuro y, sobre todo, también se indican las atribu-ciones de los fenómenos que se están observando, con un grado de certidumbre que depende del fe-nómeno o región que se considere. ¿Qué regiones están siendo (o serán) las más afectadas? El impacto va a ser mayor en zonas en las que hay muchos más bienes disponibles que pueden ser afectados; por ejemplo, no es lo mismo la exposición que tiene un huracán en una zona donde hay puertos deportivos que otra de costa deshabitada. Tampoco la vulnerabilidad de la gente es la misma en Haití que en Florida. Con un huracán de igual intensidad, el número de muertos, por desgracia, es mucho más alto en Haití. Con esto lo que quiero decir es que los impactos no se pueden analizar solamente mirando aquellos factores que nos dicen cómo cambian las características de las adversidades climáticas, sino que hay ver todos los que influyen en ese impacto. Ese es uno de los aspectos que aborda el segundo volumen que se publicará en febrero del año que viene. En el informe se ofrecen nuevas estimaciones sobre las probabilidades de sobrepasar el nivel de calentamiento global de 1,5 ºC en las próxi-mas décadas y se concluye que, a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan de manera inmediata, rápida y a gran escala, limitar el calentamiento a cerca de 1,5 ºC o 2 ºC, suscrito en el Acuerdo de París, será un objetivo inalcanzable. ¿Qué escenarios de mitigación se manejan? El escenario más agresivo contemplado es la reduc-ción a cero emisiones de aquí a 2050. Esto signifi-ca que no solo todo lo que se emita se capture de manera natural sino que, además, requiere –sobre todo a partir de la década de 2050– una captura de CO2 presente en la atmósfera a escala planeta-ria muy importante, de varias gigatoneladas al año. Alcanzar ese objetivo reclama una reducción de las emisiones globales de entre el 5% y el 7%, que equi-vale a las reducciones que han tenido lugar durante los confinamientos asociados a la pandemia, cuyas consecuencias económicas ya hemos visto. Otros escenarios que hemos considerado son de mitiga-ción menos agresivos, que son compatibles con un calentamiento a final de siglo inferior a dos grados, dentro de los compromisos del Acuerdo de París. Y hay otros tres escenarios que sobrepasan, en todos los casos, el nivel de calentamiento adquirido en Pa-rís. Son escenarios en los que, o bien las emisiones se estabilizan y comienzan a reducirse a partir de la década de 2030 o no solo no se reducen sino que continúan creciendo de manera sostenida durante el siglo XXI, lo que nos llevaría a un calentamiento global de entre 3 y 5 grados. ¿Cuál es el escenario más realista? Diría que el más compatible con la trayectoria que estamos llevando en este momento es el interme-dio, que corresponde a un calentamiento a final de siglo que oscila en un rango de entre 2 y 3 grados, con una estimación media de 2,7 grados. Si la tra-yectoria no se ajusta a ese marco, porque continúen aumentando las emisiones, nos abocamos a un calentamiento superior a 3 grados. Si 2 grados es desastroso, a partir de ahí los impactos en el cam-bio del calentamiento global a escala regional serían cada vez más evidentes y graves. En ese escenario intermedio que menciona, ¿cuáles serían los efectos físicos sobre el clima y el entorno natural? Hay muchísimos efectos. Por ejemplo, todos los es-cenarios considerados nos llevan a una disminución del hielo ártico por debajo de los niveles que hemos observado durante el siglo XX e incluso en las últi-mas dos décadas. En el caso del escenario inter-medio, nos encontraríamos con veranos árticos sin hielo marino a partir de la década de 2060, lo cual es relativamente pronto. En escenarios con mayores emisiones, el hielo ártico desaparecería en verano mucho antes, hacia la década de 2050. Tenemos otros efectos como la acidificación del océano, que no solo es obvio ahora mismo sino que continuará en todos los escenarios que consideramos, incluso en los de mitigación. Otro efecto que llama mucho la atención, por su impacto directo sobre todo en zonas costeras con grandes núcleos de población, es el aumento del nivel del mar. ¿Es posible armonizar economía y cambio cli-mático? La cuestión, desde mi punto de vista, es que si no encontramos una solución nos enfrentamos a gran-des daños en la economía asociados a desastres para los que no estamos preparados. Si la econo-mía es capaz o no de asumir esta información, se me escapa, pero me parece obvio que no lo puede ignorar. ¿Qué podemos hacer las personas, empresas y entidades de todo tipo para contribuir de una manera eficaz a reducir el impacto del cambio climático? Hay muchas formas de abordar el tema tanto a nivel individual como corporativo y, sobre todo, estatal. Para mí, el mensaje más importante es que todos podemos hacer algo, si no a través de un cambio de comportamientos, porque nuestro entorno no nos lo permite, sí a nivel educativo y de concienciación. Pero es obvio que una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero como la que se requie-re para cumplir con los compromisos del Acuerdo de París solo es posible si todos contribuimos a ese objetivo globalmente. BBVA, con la sostenibilidad ¿Sabías que BBVA ha dado un nuevo impulso al elevar la sos-tenibilidad al máximo nivel ejecutivo con la creación del área global de Sostenibilidad dentro del banco, liderada por Javier Rodríguez Soler? Además de ser una de las 30 entidades fun-dadoras de los Principios de Banca Responsable de Nacio-nes Unidas, BBVA también canalizará 200.000 millones de euros en financiación sostenible hasta 2025. Esto supone do-blar los 100.000 millones, objetivo inicial anunciado en febre-ro de 2018. “Queremos contribuir al esfuerzo global frente al cambio climático e impulsar un crecimiento inclusivo que no deje a nadie atrás. Dos ejes que guían nuestro compromiso y nuestro propósito, que es poner al alcance de todos las opor-tunidades de esta nueva era”, declara el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila. Declaración del presidente de BBVA