mar “el progreso”. Roselló supo ver que aquel enclave pitiuso podía convertirse en un punto turístico que atrajera no solo a ibicencos pudientes, sino también a extranjeros. Por eso, frente a la bahía de Portmany levantó su hotel, tan revolucionario que contaba con habitaciones de lujo con baño incluido; terrazas con vistas al mar, generador de electricidad y hasta fábrica de hielo propia… El hotel Portmany se convirtió en punto de encuentro de celebridades como el actor Errol Flynn que, cuando fondeaba su yate en la bahía, se dejaba caer para tomar algún cóctel en su bar, decorado con muebles diseñados, ex profeso, siguiendo el estilo IBIZA Walter Benjamin, asiduo al hotel Portmany, uno de los puntos de encuentro de los visitantes extranjeros, allá por los años 30. // Walter Benjamin, a regular at the Portmany hotel, one of the meeting points for foreign visitors back in the 1930s © Alamy Stock Photo © Cortesía de Juan Pantaleoni Roselló.