+de 200 KM/H +de 200 KM/H Es, para muchos, el pueblecito más bonito de Hues-ca. Situado en el Valle del Tena, en la comarca del Alto Gállego, un grupo de casitas de piedra con con-traventanas de madera y tejados de pizarra al borde de un pantano ofrece desde la orilla opuesta una estampa de postal. Detrás de Lanuza, la afilada si-lueta de los Pirineos y algunas de sus cumbres más escarpadas dan a la panorámica un aire románti-co y de misterio que parece propio de otra época. El pueblo fue desalojado en la década de los 70 del siglo XX para construir un embalse que no llegó a cubrirlo del todo. Solo algunas casas quedaron su-mergidas, y desde los años 90 sus vecinos se han afanado en reconstruir poco a poco cada calle, re-cuperando su evocadora arquitectura de montaña, sus tradiciones y su espíritu. El primor con el que cada primavera florecen las macetas que cuelgan de los balcones de las casas simboliza que hoy La-nuza está más vivo que nunca. El pueblo de Lanuza, reconstruido desde los 90, ofrece una estampa de postal, con su arquitectura de piedra y aire de misterio LANUZA Un pueblo de ensueño y música en un escenario flotante Lanuza © Getty Images. PLANES ALREDEDOR... Lanuza acoge cada verano el Festival de las Culturas Pirineos Sur, con su espectacular escenario flotante sobre el pantano. Fuel Fandango, La M.O.D.A, Rozalén, Goran Bregovic y Ara Malikian son los cabezas de cartel de la edición que se celebrará en julio. Seguir leyendo En el prepirineo, a dos kilómetros del pequeño pueblo de Panillo, hay un lugar que respira la at-mósfera y espiritualidad del Tíbet: el centro budis-ta Dag Shang Kagyü, fundado en 1984. Un com-plejo de retiro y estudio –se puede visitar previa reserva (dskpanillo.org) – salpicado de estupas blancas, un templo, un molino de oraciones, una casita de velas, fuentes y esculturas coloristas. Todo en este singular paraje promueve “el cuida-do de nosotros mismos, de los demás y de nues-tro entorno”, dicen los lamas Yudron y Shezanglos, que guían sesiones de meditación –online y pre-senciales– desde el centro. La comunidad recibe regularmente la visita de grandes maestros budis-tas de la escuela Vajrayana y acoge retiros y cursos de mindfulness, taichí, yoga, chi-qung… Un pro-grama de “enseñanzas centradas en la dimensión espiritual y dirigidas a conectar con nuestra natu-raleza básica”, dice el maestro Drubpon Khenpo, que este mes de febrero transmitirá sus sesiones en vivo desde su monasterio en Nepal.