HABLA GEOSEC PARA CERCHA Para más información puede consultar la página web: www.geosec.es/cimentaciones-especiales/micropilotes/ Además, al no tener que realizar el descabezado ha-bitual en micropilotes perforados, se evita también el ruido, vibraciones, generación de escombros y demás molestias inherentes a este trabajo. Contaminación mínima Los micropilotes perforados utilizan generalmente maquinaria con motores diésel, que producen humos de combustión, además de ruidos y vibraciones consi-derables. A ello hay que añadir la producción de polvo durante los trabajos de perforación e inyección de le-chada. Todo esto obliga, especialmente en trabajos de re-calce que suelen llevarse a cabo en interiores, a prever una salida de humos al exterior y a prestar especial atención a la ventilación de la zona de trabajo. Por el contrario, los micropilotes de hinca continua utilizan un sistema de empuje que únicamente requiere el uso de una pequeña centralita electrohidráulica que no genera ruidos ni humos. En caso de no disponer de corriente eléctrica, se utilizaría un generador situado en el exterior para alimentar la centralita. Rapidez de ejecución, versatilidad y economía Como hemos mencionado anteriormente, gracias a su simplicidad, los micropilotes de hinca continua permiten una importante reducción en los tiempos de obra. Por la experiencia de GEOSEC®, los rendimientos pueden doblarse en obras de nueva ejecución y hasta llegan a triplicarse en obras de recalce con respecto a la veloci-dad de ejecución normal de un micropilotaje mediante perforación. La versatilidad de los sistemas de fijación disponi-bles y la posibilidad de incorporar simultáneamente va-rios equipos de trabajo hacen que el sistema GROUND-FIX pueda adaptarse perfectamente a las necesidades de la obra contribuyendo así a una programación lógica y eficiente de los trabajos. Mencionar por último que el sistema GROUNDFIX® supone habitualmente una reducción de la profundi-dad necesaria, con el consiguiente ahorro de medi-ción, debido al sistema de hinca controlada individual y exhaustivamente por nuestro técnico a pie de obra mediante lectura de la presión aplicada, garantizando que cada micropilote alcanza la profundidad adecuada para transmitir al terreno la carga de proyecto.