con un entramado de cerchas metálicas. Por lo tanto, el alojamiento de estos equipos debe realizarse bajo la nueva losa que conforma el Aula Magna. Para ejecutar este espacio ha sido necesario excavar el terreno sobre el que se asienta el edificio y realizar un recalce peri-metral de la cimentación de los muros hasta alcanzar la cota necesaria. La dificultad inicial era vaciar el volu-men de tierras que quedaba contenido entre los muros de hormigón y zapata del propio edificio. Para ello, se han ejecutado dos fases de vaciado: primero, una vez demolido el forjado del Aula Magna, se realiza desde la rasante del terreno con retroexcavadora y, segundo, tras vaciar parcialmente el volumen, se abren dos huecos de paso en el muro y cimentación del edificio para “atacar” el vaciado horizontalmente. Esto ha supuesto apear los huecos de paso de manera definitiva, ya que, poste-riormente, estos son los accesos al cuarto técnico. Se ha efectuado un vaciado de 2,5 m de profundidad, más la zanja de la zapata perimetral, que tiene un canto de 0,85 m. El recalce no se ha hecho por bataches, puesto que en el perímetro se ha dejado tierra para contener el bulbo de presiones de las zapatas. El volumen de tierra vaciado bajo el Aula Magna ha sido de 662 m3. estructuraSe han respetado los pilares y vigas originales, pero se ha ampliado su sección de trabajo reforzándolos. Las pasarelas de conexión están realizadas con perfiles metálicos apoyados en los dos edificios, cuyos apoyos se resuelven mediante pórticos metálicos