REHABILITACIÓN / Capilla de Santa Ana mínimos componentes arquitectónicos contemporáneos para la puesta en valor del nuevo espacio. Jugando con el concepto bíblico del noli me tangere (no me toques) y en un profundo ejercicio de honestidad, desde el principio se ha buscado que las preexistencias convivieran con realidades coetáneas, pero diferenciando y evidenciando en todo momento qué ha sido restaurado y qué agregado como novedad. Hágase la luz. Con la entrada de la luz de forma orde-nada, sobria y serena, se ha conseguido recuperar la dimensión trascendental de la arquitectura. Para ello, como si de un panteón se tratara, se ha abierto un óculo vertical, que tensa el espacio y deja caer “la luz que viene de lo alto”. Dada su componente arqueológica de lugar de enterramientos y sepulturas (hallados en las diferen-tes fases de excavación) la nueva intervención ha tenido que recuperar la volumetría y, además, dotarla de lo ne-cesario para preservar su esencia de espacio concebido originalmente como lugar sagrado. El poder de las preexistencias. Del inmueble original solo permanecían los muros portantes perimetrales. Tras un detenido análisis de estas preexistencias, se detec-taron importantes daños en su cohesión, con grietas intervención premiada Este proyecto ha recibido el primer premio en la categoría nacional/internacional de la V edición de los premios COAS Arquitectura y Sociedad, por la recuperación de una arquitectura patrimonial arruinada, que trasciende el hecho conservador, dando como resultado un espacio para la contemplación y el ensueño. Fases de la intervención Fases de la intervención 1ª Apeo estructural. 2ª Excavación arqueológica. 3ª Restauración de muros perimetrales. 4ª Nueva cubierta. 5ª Terminaciones interiores. 6ª Iluminación y puesta en valor. 7ª Final de la intervención.