REHABILITACIÓN / Capilla de Santa Ana Ubicada en la campiña del Valle Medio del Guadalquivir, a lo largo de la historia distin-tas civilizaciones han dejado su huella en esta milenaria tierra, cuna de la cultura íbera y con enorme relevancia política y militar en las épocas turdetana y romana (cuando se la deno-minaba Obulco) y en la musulmana (conocida entonces como Bolcuna). Tras la conquista cristiana, Porcuna fue territorio principal también para la Orden de Calatrava. Así lo acredita el que dos de los cinco prioratos que en el siglo XVI tenía esta en Andalucía (San Benito y Santa María de la Coronada) estuvieran en la localidad. Dada su proximidad a estos importantes complejos monacales, el edificio de la ermita de Santa Ana quedó siempre considerado en un nivel inferior, pero eso no supuso ninguna merma en la ca-lidad material de la construcción, como ha quedado acreditado durante esta intervención. De configuración adusta y sobria, a través de las crónicas de las visitas de la Orden en-tre los siglos XVI y XVIII, pode-mos conocer de primera mano la evolución en la configuración del espacio y las distintas in-tervenciones a las que fue so-metido para hacer frente a las complicaciones derivadas del paso del tiempo y ciertas malas praxis que forzaron tener que acometer trabajos de sustitución de tejados, reconstrucción de arcos y lienzos de pared, etc. Ya en el siglo XX, el espacio pasó a manos privadas y se ubicaron en él un horno de pan y un obra-dor, que estuvieron en funciona- la excavación arqueológica ha sacado a la luz importantes elementos patrimoniales