medellín do que reflejan la vitalidad de la ciudad. Medellín es hoy un cruce entre los sabores que narran la historia de sus mon- tañas y un laboratorio creativo”, recuerda Espinosa. Pero, ¿puede la comida de una región hablar de cómo es la gente? Espinosa tiene claro que sí: “La gastronomía de una ciudad, por lo general, es un espejo de su gente. En el caso de Medellín, habla del carácter paisa, laborioso y orgulloso de sus raíces”. La costumbre de servir en abundancia, dice la chef, muestra una vocación comunitaria y una manera de enten- der que cobra sentido cuando se comparte. Y pone un ejemplo claro: las fondas y comederos de la ciudad, especialmente los restaurantes de carreteras, con sus menús cargados de gui- © Tato Gomez Sala del restaurante X.O // Dining room from the X.O. restaurant