trasladar durante unas semanas a un escéptico del cambio climático a los cuatro puntos cardinales de Perú. Descubriría por qué a ese país se le debe gratitud en forma de inversión. Apenas responsable del 0,4% de los gases globales de efecto invernadero, es sin embargo el tercero más amenaza-do por el calentamiento global, según un estudio citado por la Dirección General de Asuntos Ambientales. Quizá ese escepticismo flaquease ante al retroceso de los glaciares y su pérdida del 22% de superficie en 30 años, o que se vayan por el sumidero 7.000 millones de metros cúbicos de agua, suficientes para dar de beber a Lima durante una década. La vulnerabilidad incluye el riesgo para el 89% de las infraestruc-turas viarias, anomalías causadas por torrentes cálidos vertidos al mar durante las inundaciones o una Amazonía sometida a sequías, desbor-damientos, incendios y talas. “Nuestro país cuenta con una valiosísima riqueza ecológica y 27 de los 32 climas catalogados, cualquier daño a su ENERGÍA LIMPIA